"Me atrajo que fuera una historia muy apasionada, un amor adolescente que te lleva a hacer cualquier cosa por tu alma gemela", ha explicado Catherine Hardwicke quien, tras dirigir títulos de la escena independiente como "Thirteen", se atreve con "el gran reto" de llevar a la pantalla este fenómeno literario entre el público adolescente.

"Crepúsculo" y sus secuelas -"Eclipse", "Luna nueva" y "Amanecer"- han vendido ya más de 10 millones de libros en todo el mundo, un éxito que la cineasta atribuye, entre otros factores, a que Meyer "introduce vampiros poco tradicionales en un escenario completamente diferente, alejados de sitios lúgubres y oscuros".

Quien ejemplifica este nuevo perfil del "chupasangre" es Edward -interpretado por el actor Robert Pattinson- un inteligente y atractivo vampiro, dotado de poderes sobrenaturales y una atrayente sensibilidad, que enamora a la seria, racional y profunda Bella -a quien da vida Kristen Stewart-.

"El casting fue un gran riesgo porque todas las chicas que leen la novela se miran al espejo y quieren ser Bella", ha señalado Hardwicke, que pasó recientemente por Madrid y que se decidió por Stewart tras ver su actuación en "Hacia rutas salvajes".

La joven actriz -cumplió 18 años durante el rodaje de la cinta- se sintió atraída por su personaje porque, como resalta, "Bella es un personaje que no es débil. A pesar de que él es un vampiro, ella es el personaje más fuerte dentro de la relación".

La seriedad y fortaleza de este personaje, que debe asumir y mantener el secreto de la doble identidad de la vampírica familia Cullen, no resta romanticismo a una historia de "amor épico" plagada de declaraciones de amor "increíblemente cursis", reconoce Stewart al recordar algunas de las situaciones "más ridículas" del rodaje.

El amor entre Bella y Edward deberá salvar más de un obstáculo, entre ellos la inmortalidad de Edward -un vampiro sin colmillos pero con 108 años-, el recelo de los amigos y el padre de Bella, y el ansia destructora de un antagonista en forma de vampiro-rastreador.

El "malo" de la cinta es James, interpretado por Cam Gigandet, quien ha destacado que a pesar de su interés por "los temas sobrenaturales" y de estar "enamorado" de la novela, sufrió con las "jornadas de rodaje de 15 ó 16 horas".

"El miedo y la incomprensión son las causas de que mi personaje quiera aplastar el romance", señala el actor en una lectura que profundiza en un personaje letal sediento de la sangre de Bella.

"Hemos intentado ser lo más fieles posible al libro, aunque la película es menos intimista", ha destacado Hardwicke, mientras que la actriz protagonista anima a ver "Crepúsculo" como algo más que un producto para adolescentes, pues "es una historia de amor universal y cualquier persona que tenga un corazón que le late se va a sentir identificada".

Sobre si habrá oportunidad de ver la continuación de esta historia de amor en la gran pantalla, la directora prefiere "cruzar los dedos y esperar a ver si se recauda el dinero suficiente" porque, a pesar de las comparaciones y amenazas de desbancar en las librerías y en el cine al joven mago de J.K. Rowling, "Harry Potter ha vendido 480 millones de copias y nosotros 18 millones", apunta.

Por el momento, en su estreno en Estados Unidos, el pasado 21 de noviembre, "Crepúsculo", cuyo presupuesto es de 37 millones de dólares, ha recaudado cerca de 71 millones, por lo que la productora ya baraja la adaptación de la segunda parte de la saga, "Luna nueva".