En declaraciones a EFE, el director del certamen, Emilio Gonzalo, se muestra "muy satisfecho" de la acogida que ha tenido entre el público el salón internacional del tebeo de Madrid, aunque reconoce que "aún falta mucho" para alcanzar las cifras de la feria de Barcelona, donde anualmente se congregan casi 100.000 personas.

Además, Expocómic lleva once años abriendo sus puertas en Madrid, frente a los veintiséis del Salón del Cómic de Barcelona, ciudad donde "se concentra la mayor parte de la industria editorial" dedicada a este tipo de publicaciones, y eso le da una clara ventaja a la capital catalana, señala Gonzalo.

Este año, han participado en Expocómic "algo más de 50 autores" y ha habido exposiciones dedicadas a El Hijo del Santo, a Will Eisner y a promesas como Kenny Ruiz, entre otras.

Pero el Salón Internacional del Cómic de Madrid necesita "más espacio" que los 3.000 metros cuadrados con que ha contado en la Casa de Campo de Madrid, y ésa es la una de las principales reivindicaciones que hace Emilio Gonzalo de cara a futuras ediciones.

"Lo ideal sería el Pabellón de Deportes de Goya, pero su precio es desorbitado; también, el Matadero municipal sería perfecto. Desde aquí lanzamos esta bengala para ver si el Ayuntamiento quiere acudir en nuestra ayuda", afirma el director de Expocómic 2008.

Y esta "bengala" enlaza con otra petición de los organizadores de Expocómic: que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón acuda a este salón internacional.

"Me consta que el alcalde es un aficionado al mundo del cómic y que es un 'tintinófilo' declarado, pero nunca ha venido a Expocómics, y nos gustaría que nos escuchase y nos echara una manilla, por ejemplo, inaugurando el salón internacional", dijo Gonzalo.

Expocómic sí cuenta con ayudas del Ministerio de Cultura y de la Comunidad de Madrid. "Faltaría el Ayuntamiento para cerrar ese triunvirato", añadió el director del salón.

Aunque los libreros no suelen dar cifras de ventas, Gonzalo aseguró que la crisis "no se ha notado tanto como en otros sectores, y podemos decir que el mundo del cómic está algo afectado por esa crisis, pero no de una manera salvaje. Las ventas aguantan y el público, también", concluye Emilio Gonzalo.