Piezas pequeñas que se desprenden con facilidad, objetos pequeños que pueden ser ingeridos por el niño, materiales rígidos fácilmente rompibles, sustancias tóxicas como los ftalatos, longitudes excesivas en cadenas y cuerdas... Éstas son algunas de las anomalías que la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha detectado en los análisis efectuados a 77 juguetes adquiridos en el mercado europeo (España, Portugal, Bélgica e Italia). De los juguetes examinados, 23 provienen de comercios españoles, de los cuales sólo 11 han demostrado ser totalmente seguros para sus destinatarios: los niños.

"Los resultados evidencian la inseguridad de numerosos juguetes y su falta de conformidad a la ley (defectos de etiquetado, elementos peligrosos, ruido estridente, etcétera)", afirma la OCU.

Ante la inminente llegada de la Navidad, época en que la compra de juguetes se dispara, la asociación de consumidores publica en su revista un informe en el que detalla algunas de las anomalías detectadas en los juguetes analizados -muchos de ellos de marcas y puntos de distribución muy conocidos- y ofrece una serie de consejos básicos para adquirir productos seguros, especialmente si los destinatarios son menores de tres años. El primero y fundamental es hacer caso a la edad recomendada por el fabricante en su etiqueta, así como a las instrucciones de uso. La organización de consumidores recomienda también examinar el artículo en la tienda para comprobar su resistencia y descartar que tenga partes cortantes o bordes mal terminados que puedan provocar heridas al niño.

Además, en su página web, la OCU invita a los padres a entrar en el "laboratorio" para comprobar los principales peligros que pueden encerrar los juguetes, desde el oso fabricado con material inflamable hasta el coche que acaba desperdigando un sinfín de piezas minúsculas tras un simple golpe.

La OCU ha remitido los resultados de este informe al Instituto Nacional de Consumo para que proceda a la retirada del mercado los artículos inseguros, así como a los fabricantes, que han reaccionado de forma muy distinta, desde el que ha repetido las pruebas y los ha retirado hasta el que ha facilitado certificados de sus juguetes incompletos o contradictorios o el que ha "buscado excusas inconsistentes" para justificarse.

Asimismo, la organización de consumidores, que asegura haber encontrado a la venta juguetes denunciados en un análisis similar realizado el pasado año, pide a los servicios de inspección autonómicos y municipales que lleven a cabo su tarea de vigilancia y control para evitar que en el mercado pueda haber juguetes potencialmente peligrosos para los más pequeños.