La ONU agradeció ayer la "generosa donación" de España al afrontar la remodelación de la Sala XX de su sede, coronada por la gigantesca cúpula pintada por Miquel Barceló, en una ceremonia a la que asistieron los Reyes y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, entre otras personalidades.

Ante unos 700 invitados, el Rey elogió la "indudable belleza creativa y fuerza expresiva" de la cúpula de 1.400 metros cuadrados pintada por el artista mallorquín y convertida en un mar colorista de estalactitas. En su intervención, don Juan Carlos recordó su visita de hace tres años a Ginebra, de donde surgió el compromiso español para hacerse cargo de la remodelación integral de la Sala XX, que ha sido rebautizada como "Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones".

Por ello, y bajo un techo iluminado por los 35.000 kilos de vivos colores que conforman el "mar-cueva" de Barceló, el Monarca confió en que esta sala facilitará "los debates y acuerdos para impulsar la dignidad del ser humano".

Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que la sala y su cúpula son un regalo de España "a toda la comunidad internacional, a todos los seres humanos, a todos los países". Dijo que la "impresionante cúpula" de Barceló es un reflejo de la España del siglo XXI, un país "solidario, comprometido con la ayuda al desarrollo y contra la intolerancia, la discriminación y la pobreza".

En la ceremonia estuvo ausente cualquier referencia a la polémica generada por el coste de la obra de arte -más de 20 millones de euros__- y al empleo de 500.000 euros del Fondo de Ayuda al Desarrollo, mientras el secretario general de la ONU y su director general, Serguei Orzhonikidze, y el presidente de Suiza, Pascal Couchepin, agradecían la "generosa donación" de España al afrontar esta obra.

Sí se destacó, en cambio, el significado de bautizar la sala con el nombre de Derechos Humanos y Alianza de Civilizaciones, y así el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, copatrocinador junto a Rodríguez Zapatero de esa iniciativa de diálogo internacional, destacó el apoyo que ha recabando ya de casi un centenar de naciones.

Todas las intervenciones recordaron, además, que esta es la segunda gran aportación artística de España al Palacio de Naciones, tras la donación, en 1936, de los murales de José María Sert a la Sala del Consejo de la antigua Sociedad de Naciones.

Barceló , que hizo una primera intervención en mallorquín que después releyó en castellano, explicó que su obra "es un mar, pero también una cueva: la unión absoluta de contrarios".

La obra de Baceló lconsiste en un mar de estalactitas de colores con predominio del verde plateado y el azul, aunque también aparecen el rojo, el naranja y el amarillo. La pintura se agrupa en determinados puntos asemejando un papel arrugado que crea un efecto de ola. Barceló ha empleado 35 toneladas de pintura, casi dos años de trabajo y un equipo formado por una quincena de personas.