Es uno de los contadísimos expertos internacionales en redes P2P -tecnología que permite que todos los ordenadores que forman parte de esa red sean a la vez cliente y servidor-. Pablo Rodríguez trabaja como director científico de internet en Telefónica I+D y es el único europeo seleccionado por EE_UU para crear la estructura de la red 3.0. O, lo que es lo mismo, la internet del futuro. Oficialmente nació en Oviedo, en 1972. Fue a Pamplona a realizar estudios de ingeniero de Telecomunicaciones. Terminó estudios de Ingeniería en el King´s College de Londres, y de allí, a Suiza, para hacer un doctorado en temas más relacionados con la informática. Combinar la formación de Telecomunicaciones con la de Informática fue algo "determinante", opina.

-¿Cómo fue su aprendizaje en Estados Unidos?

-Fui cuando estaba haciendo el doctorado en Suiza a colaborar con investigadores de AT&T Research en el Shannon Lab, Nueva York. Era el año 1999 y la revolución de internet estaba en plena ebullición; yo quería ser parte de todo aquello. Mi primer trabajo fue como arquitecto de software para Inktomi, una empresa creada por dos profesores de la Universidad de Berkeley a los que yo conocía y que me ofrecieron unirme a ellos. Inktomi proveyó el motor de búsqueda durante mas de cinco años a MSN y AOL, después de desplazar a Altavista en la carrera de los buscadores e inventar el concepto del pay per click; en 2002 Inktomi fue comprado por Yahoo! para pasar a ser su motor de búsqueda. Fue una experiencia irrepetible, con muchas anécdotas, como cuando un día en una fiesta dos chicos buscaban gente para formar parte de una nueva compañía. Todos seguimos bailando y disfrutando de la sangría californiana sin darnos cuenta de que eran Larry Page y Sergei Brin, hoy fundadores de Google. Después de California, me incorporé a los prestigiosos Laboratorios Bell en Nueva York. Después empecé a trabajar en Microsoft Research en Cambridge, donde dirigía la investigación en temas de redes P2P, distribución de contenidos digitales y redes inalámbricas. Trabajar cerca de Bill Gates fue apasionante.

-¿Cuándo y cómo se "descolgó" en Telefónica?

-Hace casi dos años decidí aceptar el reto de crear un centro de excelencia de investigación para Telefónica I+D en Barcelona en el área de internet. Me contactó un cazatalentos de Telefónica mientras todavía estaba en Microsoft y me ofrecieron dirigir la investigación a nivel mundial del área de internet para el grupo Telefónica. Era una oportunidad de hacer algo distinto y disruptivo en el área de investigación para Telefónica y en España, con libertad y autonomía.

-¿Cómo podría explicar qué es el protocolo P2P Avalanche para que se entienda?

-Es el sistema P2P de Microsoft que permite hacer descargas de contenido legítimo de manera más rápida y segura. Avalanche surgió como un proyecto de investigación de mi grupo en Cambridge y ahora se ha convertido en el Microsoft Secure Content Distribution. La ventaja de Avalanche es que cuando un fichero tarda demasiado en descargarse porque ciertos pedazos no se encuentran o tardan demasiado, Avalanche crea piezas comodín que de una manera un poco mágica son capaces de convertirse en cualquier parte del fichero que falte. La tecnología para crear esas piezas se llama Network Coding y está teniendo muchas aplicaciones en redes de sensores, en la internet del futuro o para sistemas militares.

-¿La tecnología P2P es la mala de la película...?

-No hay que confundir la tecnología con su uso. La tecnología P2P es hoy por hoy una de las piezas de ingeniería mejor construidas en la historia de las redes e internet. Por las redes P2P también fluyen datos científicos, médicos o documentos de empresa. De hecho, el P2P contribuirá de forma significativa a la internet del futuro, integrándose de manera transparente en la red y proveyendo al usuario con la mejor experiencia posible.

-¿Hay algo mejor para distribuir contenidos?

-Las redes P2P hoy por hoy están siendo usadas ya por muchas compañías para distribuir contenido (por ejemplo, software tanto Linux como de Microsoft, actualizaciones de juegos como World of Warcraft, contenidos digitales como los de la BBC). Sin embargo, las redes de telecomunicaciones están construidas de manera asimétrica: la velocidad de bajada es mayor que la de subida. Por eso la capacidad de las redes P2P es limitada y cada vez veremos más descargas directas de servidores o redes de distribución de contenido como los que utiliza YouTube.

-¿Combatir las descargas ilegales es intentar meter el océano en una botella?

-El genio ha salido de la botella y es difícil volver a meterlo. De todas formas, el problema está moviéndose hacia cómo gestionar la gigantesca cantidad de contenido que el usuario ya tiene a su disposición. El buscador Google indexa y procesa al día 20 Petabytes de información -alrededor de un millón de veces toda la colección de música de los Beatles-. Sin embargo, al usuario a veces le cuesta encontrar una canción en su propio ordenador; algo falla. Cómo se ordena, clasifica, encuentra, recomienda ese contenido se está convirtiendo en el cuello de botella, y no cómo se descarga.

-¿Qué les aconsejaría a las discográficas o productoras?

-El coste de reproducción y de transmisión del contenido en la era digital es casi cero. El futuro está en proveer valor añadido para poder facilitar que las personas encuentren nuevos contenidos, gestionen de mejor manera los que ya tienen o creen redes sociales a partir de ellos.

-¿Qué implica ser designado para diseñar la red del futuro?

-Hace un año fui invitado por el Gobierno de EE_UU para participar en Washington como experto mundial en las discusiones sobre el diseño de la internet del futuro. El grupo de científicos invitado está formado por una docena de expertos seleccionados por el director general del programa Future Internet Network Design, del National Science Foundation. Entre los expertos se encuentran Bob Kahn, uno de los padres de internet, inventor del protocolo TCP/IP y premio Príncipe de Asturias en 2002; varios profesores de la Universidad de Berkeley, del MIT, o el gurú de Cisco. Yo soy por ahora el único europeo. Es un proyecto de 9 años en fases de 3. Mi objetivo es que internet pase de ser una red de ordenadores a convertirse en una gran base de datos donde el contenido sea el protagonista.

-¿Y cómo anda España de talento?

-Sobra. Lo que falta es más iniciativa privada. Gente con experiencia internacional para gestionarlo.