El Museo de Arte Contemporáneo de Vigo (MARCO) se hace mayor. Y este fin de semana celebra su sexto aniversario con magia, música, actividades para los más pequeños y, sobre todo, arte. Desde las 11.00 horas y hasta las 21.00 horas de ayer pasaron por el museo 4.500 visitantes, una cifra que no contabiliza la asistencia a la "noche en blanco" pero inferior a la edición pasada, cuando se registraron 8.000 personas a esas horas.

Los vigueses y vecinos de las comarcas del alrededor pudieron acercarse hasta el mercadillo del libro, las proyecciones del maratón ArtFutura 2008 y los talleres para familias y participar en las visitas guiadas, algunas de ellas con el artista Suso Fandiño o el arquitecto Manuel Portolés, encargado de la restauración del edificio. Estas actividades se prolongan hasta esta tarde.

Ya por la noche se sucedieron espectáculos de magia y música acompañada de proyección de imágenes para un público más adulto. Un goteo constante de visitantes, atraídos por el éxito de la edición pasada y que se hizo más intensa a partir de las 18.00 horas, quiso festejar así el sexto aniversario del espacio. La calle Príncipe estuvo abarrotada de público a lo largo de la jornada.

El museo afronta su séptimo año con una línea programática y nuevas fórmulas que incluirán exposiciones individuales y un cambio en el Espazo Anexo. Así, la dirección del centro adelantó que ya está programada para finales de 2009 la muestra del artista gallego Jorge Barbi.

No obstante, el gran proyecto del MARCO sigue siendo contar con la colección de la Fundación Ellipse. "La forma en la que se está llevando a cabo la negociación no es la más adecuada por parte de las administraciones, pero vamos a confiar en que la colección pueda ser nuestra", respondía ayer Iñaki Martínez Antelo, director del museo, a la pregunta de uno de los participantes en la primera visita guiada por el edificio.

Un edificio con historia

El arquitecto Manuel Portolés, uno de los responsables de la rehabilitación del museo junto a Fraga y Quijada, explicó ayer a los visitantes la estructura del edificio con un recorrido guiado por las diferentes salas, así como su parte más alta y el almacén.

Suso Fandiño tuvo su turno a las 18.00, hora a la que explicó los secretos de la exposición basada en la marca Citroën y en el modelo C4 Picasso, una reflexión sobre el contexto de la obra, del espectador, del espacio del museo y de la ciudad, ya que coincide también con el 50 aniversario de la fábrica.

Además, en la biblioteca y el centro de documentación se recogieron a lo largo del día testimonios personales sobre la historia y la memoria viva del edificio para ampliar la "documentación" del museo. Hoy se continúa con la recolección de declaraciones.

Fuera mitos

Bajo el título "A viaxe máxica", el MARCO transformó a los más pequeños de la casa en ´artistas´. Con material fluorescente y fosforescente crearon su propia ´obra de arte´, que todos llevaban como un tesoro para sus casas.

Este tipo de talleres quiere desmitificar la concepción del museo como un lugar "aburrido" o "serio". "Los museos se han convertido en un sitio para aprender porque aquí les enseñan a comprender el arte en un lenguaje que entienden", aseguraba Carmen Moreno, que acudió con su hija Carmen y su amigo Rodrigo, y que va con su hija todos los sábados al museo.

Por su parte, Coral Castro, madre de Xoel y Aroa, no dudó en pasar la mañana del sábado con sus hijos y su marido "porque los pequeños te están reclamando tiempo, y es una buena actividad para compartir en familia", matizaba. Los niños reanudarán hoy sus actividades construyendo un molinillo y brazaletes "mágicos" que brillan en la oscuridad.

Además, la fiesta aniversario continúa también con las visitas guiadas, el mercadillo del libro, las proyecciones de ArtFuruta y la particular documentación del MARCO.