Para el director de Fúcares, Norberto Doctor Pérez, quien al inicio del salón vendió ya una de sus obras monumentales, "Barnenez" (2001), del alemán Elger Esser, en 30.000 euros, el balance final será sin duda "más positivo de lo que pensaban en un principio".

"No veníamos pesimistas pero la situación no era demasiado optimista" y "estamos contentos, están surgiendo cosas", dijo a Efe.

Además de las ventas realizadas o por cerrar, es notable, subrayó, el interés despertado en instituciones y colecciones privadas importantes, algo que "también hay que añadir al haber de la feria".

Entre los candidatos a cambiar de manos destaca "Combray (huppy)" (2008), también de Elger Esser e inspirada en ese "lugar utópico" citado constantemente en "La búsqueda del tiempo perdido" por Marcel Proust, recordó su galerista español.

"Teatro Colón de Buenos Aires III" (2006), de Candida Höfer, es la foto más cara del pabellón madrileño (60.000 euros), pero sus dos copias disponibles "tienen ahora mismo cincuenta novios" y "seguro que se venden" antes de que se cierre el salón, añadió.

La preocupación inicial y la satisfacción de ver que "hay una buena recepción" y se vende, junto con la sensación de que el domingo se apresurarán los coleccionistas a cerrar tratos es compartida por el director de Senda, Carlos Duran.

La crisis "seguro que se nota", 2007 "fue muy bueno y este año está costando más"; se "tarda más en tomar decisiones", opinó el galerista barcelonés, convencido de que ocurrirá en París como la semana pasada en ArtForum Berlín, donde al final se "iban rematando temas que venían igual desde el primer día".

Si tuviera que resumir "celebraría" el resultado no tanto por la venta de una obra de Massimo Vitali (en 20.000 euros), algo "que evidentemente ayuda, sino por Anna Malagrida", de quien vendió pronto la primera de sus cinco copias de "Jugakarov" (2008) por 6.500 euros.

Además de funcionar bien económicamente, las obras gustan mucho y "salieron exposiciones en fundaciones y galerías extranjeras", celebró Duran, quien consideró "muy buena" esta edición de Paris Photo porque "replanteó" su estrategia y las propuestas más contemporáneas cuentan con más espacio, hasta haberse alcanzado un "justo equilibrio" con las obras más tradicionales.

Por su parte, Efraín Bernal, de La Fabrica Galería de Madrid, consideró "discreto" el nivel de ventas alcanzado de momento, pero no la "calidad de los visitantes", lo que "motiva mucho", y hace pensar que "se van a concretar ciertas ventas antes de que termine", aunque "a estas alturas deberíamos haber vendido más", recalcó.

Entre las ventas realizadas destacó una de Félix Curto, el "único artista joven realmente que tenemos nosotros", en 5.000 euros, y una de Rosangelo Renno, de Brasil; mientras que despiertan gran interés autores ya conocidos como Richard Billingham o Marina Abramovic, ésta última con una de sus fotos valorada en 50.000 euros.

Para la veterana Juana de Aizpuru, que cumple con su undécimo Paris Photo, "lógicamente se nota la crisis, pero se puede trabajar", cuesta vender, la gente se lo piensa, "pero vienen con el mismo entusiasmo de siempre y está muy animado".

Desde luego, "un desastre no es", se ve que es una "cosa coyuntural" que no va a destruir el mercado ni a deteriorar la credibilidad de la fotografía, como ocurrió con el arte contemporáneo en España en los 90, explicó a Efe.

Mediado el salón había vendido siete obras, la más cara de ellas (40.000 euros) un retrato de Liz Taylor creado por Helmut Newton en 1985, mientras que una de las primeras que vio cambiar de manos fue una copia de "Los Montoya" (2008), de Pierre Gonnord, de su serie sobre los gitanos de Perpiñán, en 12.000 euros.

Otra de sus piezas claves, "Memoria" (2008), de Carmela García, ha despertado enorme interés, pero "no sólo se trata de vender, sino también de promocionar, hacer contactos", y en este terreno salió en París un proyecto importante para su autora, y también una exposición para Pierre Gonnord, destacó Juana de Aizpuru.

Las madrileñas Max Estrella y Oliva Arauna, de Madrid; y Moisés Pérez de Albeniz, de Pamplona, son las otras galerías españolas en Paris Photo, donde un centenar de galerías y editores muestran sus propuestas a unos 40.000 visitantes del 13 al 16 de noviembre.