Fernando Botero (Medellín, 1932) ha recibido aplausos y felicitaciones por su serie de cuadros "Abu Ghraib" pero también mensajes de "odio". "Hubo gente que decía que iba a vender sus cuadros porque no querían ´nada de ese tipo´ (de Botero)", recordaba ayer risueño el pintor colombiano durante la presentación de su exposición en Vigo, segundo y último destino en España de una muestra que hasta ahora se pudo ver en el IVAM de Valencia.

Las pinturas de la discordia llevan el mismo nombre de la cárcel cercana a Bagdad donde la policía militar norteamericana sometió a torturas, sodomía y abusos a iraquíes detenidos en la prisión, siendo algunos de ellos asesinados. Los hechos se dieron a conocer en la primavera de 2004 mostrando a militares norteamericanos posando, haciendo mofa o sentados sobre los humillados prisioneros.

Las imágenes impactaron en Botero quien, leyendo uno de los reportajes mientras viajaba en un avión, comenzó a realizar esbozos de aquel horror. "Llegué al estudio de París y seguí dibujando durante 14 meses viviendo una pesadilla, una obsesión con una entrega total al tema", rememoraba ayer en la Casa das Artes de Vigo, donde ya se puede contemplar su exposición tras su exitoso paso por salas de Estados Unidos, Italia, Alemania y, la última, Valencia.

En aquellos meses, resultaba incomprensible para el autor la "hipocresía" de un país "que se presenta como defensor de los derechos humanos" pero que utilizaba los mismos métodos que Husein para doblegar a sus contrarios: la tortura.

Consciente, según él mismo, de que "el arte no puede cambiar el mundo", Botero prosigue viajando con la serie "Abu Ghraib", que fue donada a la Universidad de Berkeley. El autor tenía claro que "esa obra no se podía vender. No se puede hacer dinero con el dolor humano".

Donación a Berkeley

En la institución californiana, el artista mostró la serie en la primavera de 2007. "Fue fantástica la reacción del público", recordaba ayer. Esos mismos cuadros pueden ser vistos ya en la ciudad olívica hasta el 1 de febrero. Además de la exposición "Abu Ghraib", se presenta la serie "El Circo". Entre ambas, 95 obras formadas por óleos así como por dibujos sobre papel.

Según el comisario de la muestra, Fernando Castro, las dos muestras de Botero conforman "las dos caras del mundo". Por un lado, la crueldad y la guerra. Por otro, la fiesta.

Santiago Domínguez, teniente de alcalde del Concello de Vigo -que acompaña a la Fundación Caixa Galicia y al IVAM de Valencia en la organización de la exposición- calificó ayer a Botero de referente mundial" y alabó el trabajo del artista por unir "arte y compromiso", en una disertación en la que el político combinó gallego y castellano.

Por último, la directora de la Fundación Caixa Galicia, Teresa Porto, destacó "el esfuerzo muy especial" del pintor en acudir a Vigo a la inauguración de la exposición -para la que más de 150 centros escolares solicitaron visitas guiadas- a pesar de "su agenda complicada".