Estos días está en Madrid, promocionando esta cinta en la que comparte cartel con Victoria Abril, Ariadna Gil, Elena Anaya, Pilar López de Ayala y el también mexicano José María Yazpik, y en la que muestra, según confiesa a Efe, claras influencias de "El samurai", el clásico del cine negro de Melville, protagonizado por Alain Delon.

En esta película, para la que Agustín Díaz Yanes recupera personajes de una de sus cintas de mayor éxito, "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", como es el caso del de Gloria Duque, al que vuelve a dar vida Victoria Abril, Diego Luna interpreta a "un mafioso frío y distante, que poco a poco se quita la coraza y muestra a la persona que lleva dentro".

Diego Luna llegó a esta cinta sobre un cuarteto de mujeres atracadoras, en la que son "ellas las que llevan la acción y los personajes masculinos los diálogos", a través del productor José Manuel Lorenzo tomando "unos vinos en Ciudad de México".

"La verdad es que siempre tuve muchas ganas de trabajar con Tano (Díaz Yanes), al que siempre le vi en el contexto madrileño, en una mesa cenando, bebiendo, fumando y trasnochando, sobre todo porque me parece un maravilloso cuentacuentos", comenta el actor, orgulloso de que el rodaje se realizará en México.

"Ejercí de como una especie de Cupido entre México y Tano, y para que éste se pudiera complementarse de lo que ofrece una ciudad tan visualmente rica y diversa", asegura Luna, quien no cree que la película "intente reflejar la realidad de México, ni ser un elemento de denuncia, ni desentrañar el sistema delictivo de la ciudad. No va por ahí, es sencillamente la fantasía de un director a la que se le busca un espacio para que suceda".

Eso no quiere decir que, Luna, como ciudadano, se sienta "triste por la realidad que se vive en un país que ha aprendido a vivir con un nivel tan alto de violencia. "Estoy conmovido y preocupado -dice- y no le veo una salida a este fracaso total en el modo de abordar el tema del narcotráfico, que ha cruzado una línea mortal, con cifras que señalan que un 80 por ciento de los ejecutados este año son menores de 19 años".

Diego Luna no sólo ha trabajado en la producción del filme, también se ha implicado en el guión de Díaz Yanes, "dándole un sentido de arraigo a la historia, buscando el contexto en el que iban a vivir los personajes, como ese banco clandestino que mueve dinero sin que haya un registro, justo en el momento en el que los bancos del mundo están colapsándose".

"El productor para nada ha superado al actor, sólo es una manera de ejecutar una necesidad por saber lo que pasa antes y después de rodar. El actor -afirma- llega a una película metido en una burbuja.

Todo está montado y financiado, y tú llegas como un príncipe petrolero al que conoce todo el mundo y que al acabar toda la gente quiere que le cuentes tu vida, una vida muy poco real".

A Diego Luna le "emociona vivir las cosas cuando todavía son ideas y van tomando forma". "Eso -aclara- me da un respiro como actor para no marchitarme, si brincas de un personaje a otro acabas secándote".

En estos momentos produce la obra de teatro "El buen canario", que dirige John Malcovich y que estrenará a mediados de noviembre en México junto a otros actores como Daniel Giménez Cacho y Bruno Vichir, entre otros, y con la intención de viajar a España.

"Me gusta moverme y trabajar con gente a la que admiro, en mi trabajo lo más peligroso es acomodarse", reconoce Diego Luna, que está a punto de estrenar "Milk", de Gus Van Sant, en la que hace del primer político abiertamente homosexual y de pareja de Sean Penn; "Mr. Lonely", una cinta "alucinógena", en la que da vida a Michael Jackson, y "Rudo y cursi", de Cuarón.

Entre sus proyectos más inmediatos y tras debutar el año pasado como director con un documental sobre el boxeador Julio César Chavez, Diego Luna escribe actualmente un guión que quiere dirigir el próximo año.