La periodista Pilar Urbano reivindicó ayer su derecho a "decir la verdad y a mantener" lo que aparece en su último libro La Reina muy de cerca, así como que Doña Sofía pueda tener libertad de opinión. Urbano salió al paso de la polémica suscitada por las afirmaciones que incluye en su libro, según las cuales la Reina no es partidaria de la eutanasia, el aborto y de que se llame matrimonio a la unión de homosexuales, lo que motivó una respuesta de la Casa Real en la que se califican de "inexactas" algunas afirmaciones.

"Yo defiendo la libertad de opinión de la Reina y, en segundo lugar, mi derecho a decir la verdad y a mantener que lo que la Reina ha dicho es lo que aquí se dice", afirmó, para atribuir la puntualización de la Casa Real a un "exceso de celo" de los "edecanes de la Casa Real".

"Lógicamente, en la Casa Real han dicho: antes de perjudicar a la institución -por cierto la Reina no es más que consorte, no es soberana, no es jefe de Estado, no gobierna-", se hacen algunas puntualizaciones.

En este sentido, insistió en que "la Reina no tiene nada que ver con la reacción de la Casa Real, ni puede alentarlo, ni está en su espíritu, estoy segura, porque es una persona veraz, no es mordaz, además de "recta y honrada, que lo que dice lo mantiene". Para Urbano, la respuesta a su libro es obra de "edecanes, de subalternos y no tiene fundamento", y calificó de "torpe, tiene mala traza y está hecha deprisa" porque se "contradice" al decir que las declaraciones están hechas en el ámbito privado.

"Están hechas en la Zarzuela, que es un ámbito público, de patrimonio, un edificio que sufragamos los españoles y utiliza la Casa Real", agrega. Urbano asegura que su obra contó con el visto bueno de la Casa del Rey, que ha tenido la obra 60 horas antes de que saliera publicada.