Ana Abad de Larriva / VIGO

No era bombo lo que buscábamos". El mundo de la música es como todo. Hay quien sueña con subir a lo más alto, con la vista puesta de forma inintermitente en un más arriba que (seamos sinceros) muchas veces no se alcanza. No hay problema mayor en ser ambicioso y aspirar a más. Parece que dicen que sólo teniendo metas se opta a que se cumplan. Únicamente es preferible para nuestra salud mental ser conscientes de que cuanto más alto se está, mayor es la caída. Por eso algunas personas sensatas prefieren no subir tanto y mantenerse.

La gallega Beatriz Porrúa, de Pontecesures, participó en la a veces denominada edición fantasma de Operación Triunfo. La tercera. Porque la gira posterior al programa se volatilizó antes de empezar y porque la gente ya estaba un poco cansada del formato. Pero la joven quiere matizarlo: "Yo creo que los que participamos en la tercera edición y nuestro carácter fueron perfectos. Hicimos amigos y no tuvimos esa presión psicológica que sí recibieron los concursantes de otros años". Cree que no haber gozado de tanto apoyo le ha permitido conocer mucho mejor cómo funciona el mundo real.

Después de estos años, es una de las pocas que ha conseguido mantenerse en el mundo de la música y está próxima a sacar el que será su tercer disco. Un trabajo que lleva "sin prisas, como a mí me gusta". El contenido es sorpresa. "No quiero adelantar nada pero he plasmado en él lo que realmente me gusta".

Ahora se encuentra descansando en su casa familiar, en Pontecesures, ultimando las canciones y acumulando las ganas de enfrentarse al que será su cuarto y último año en la Escuela Superior de Arte Dramático de Vigo. En segundo participó en la obra "Tarará Chis Pum" del Centro Dramático Galego. Y ya piensa en hacer el doctorado.

Una chica "normaliña"

Nunca tuvo aspiraciones de llegar a lo más alto. "Siempre fui muy normaliña. No me planteaba ni me planteo ser famosa". Su amor por la música y la interpretación es más fuerte. Tampoco quiere dejar Galicia. "De aquí no me marcho". Lo dice de forma rotunda. Ante una buena oportunidad iría y vendría.

Operación Triunfo fue una fuente de arranque que le enseñó que el mundo de la canción "puede ser para cualquiera que trabaje duro". Pero no repetiría porque considera que "experiencias como ésa son para vivirlas una vez".

Sin embargo, opina que participar en el reality no le influyó de forma negativa. "Creo que trabajé para que la estela de OT no me afectase". ¡Olé!