Christian Chams es el médico franco-iraní de las estrellas. Por sus manos han pasado para rejuvenecerse actores como George Clooney o a Sharon Stone. A su clínica de Mallorca acude una vez al mes para tratar a sus clientes.Viene desde cualquier parte del mundo, para partir rápidamente una vez concluido su trabajo. Esta contento y relajado. Le proponemos que trate al que suscribe estas líneas, frente al objetivo fotográfico de Cristina Macaya hija, para mostrar cómo es el tratamiento y cuáles son sus efectos inmediatos.

En qué consiste el tratamiento rejuvenedor en el que se inyecta una dosis de elastina?

- Son unas vitaminas especiales que inyecto bajo la piel para que vaya rejuveneciendo de una forma natural. Lo importante no sólo es el producto, sino saber inyectarlo bien. Y en eso soy el mejor.

- ¿Por qué?

- Llevo más de veinticinco años trabajando e investigando. Conozco lo que necesita una cara en cuanto la veo. Sé como actuar.

(Mientras pincha el rostro sigue hablando. El dolor casi ni se percibe. La dicción de Chams, español con acento francés, relaja).

- ¿Qué me ha hecho?

- Una infiltración con elastina por toda la cara porque con la edad perdemos grasa del rostro y hay que regenerarlo. Somos como una manzana al sol, que se va secando. He tensado y rellenado la piel para que tenga más constitución.

- ¿Trata a muchos hombres?

- Muchos, en todo el mundo. Políticos, actores y reyes se ponen en mis manos. George Clooney es un buen ejemplo, le he rejuvenecido mucho. O Karl Lagerfeld, que adelgazó muchísimo con mi tratamiento.

- ¿Qué pide el hombre?

- Parecer más joven de una manera natural. Ya nadie quiere intervenciones agresivas que cambien la expresividad del rostro. Yo conservo las arrugas de la expresión, que son las que dan personalidad.

- ¿Es distinta la piel del hombre?

- Es más dura y envejece mejor que la de la mujer, que está sometida a un cambio hormonal. Yo no inyecto hormonas, de mí se dicen tonterías muy grandes.

- Ángela Portero (Telecinco) le puso una cámara oculta para demostrar que su trabajo era un fraude. ¿Cómo está el caso?

-En manos de la justicia. Y no me importa nada. Llevo años trabajando y siendo el mejor con esta técnica. La inventé para mi madre, obsesionada con la belleza. Mis clientes siguen tratándose. La emperatriz Farah Diba, la reina de Jordania, Sharon Stone... y muchos otros me ayudan a seguir tratando e investigando. Mi crema es un gran éxito porque funciona.

(La sesión termina con un fuerte masaje manual para que el producto se posicione; la duración del tratamiento depende del cliente. Los presentes alaban el trabajo. Dicen que estoy más joven. No hay restos de los pinchazos. Ni moratones, ni rojeces).

- ¿Su clienta más guapa?

- Demie Moore o Giselle Bundchen. También otras, que no nombro por respeto a su intimidad.

-¿Y el hombre?

-George Clooney. También he tratado a Alain Delon, en Francia. Ha mejorado muchísimo.

-¿Experimenta con sus pacientes?

-No, sé bien lo que hacer. Mis manos saben trabajar. Son ágiles.

(Chams me pide una foto de hace diez años. Quiere ver cómo el sol ha transformado la cara, el gran problema de sus clientes mallorquines).