Dos crías de visón europeo han nacido en los humedales de Salburua (Vitoria), gracias a un proyecto impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente para reforzar la población de esta especie, que ha estado al borde de la desaparición en España por culpa del visón americano.

El Centro de Estudios ambientales, dependiente del Ayuntamiento de Vitoria ha informado hoy del nacimiento de las dos crías, que se produjo en primavera, tras haberse asegurado su supervivencia. El visón europeo es, junto con el lince ibérico, el carnívoro más amenazado de extinción de Europa.

Hace unos años, esta especie mantenía en los humedales de Salburua y su entorno una importante población, que fue prácticamente exterminada por el visón americano, una especie exótica "muy agresiva e invasora", que apareció en los humedales procedente de granjas peleteras.

Ante el riesgo de desaparición del visón europeo, las instituciones pusieron en marcha iniciativas para intentar erradicar al visón invasor.

La iniciativa dio resultado y logró hacer desaparecer prácticamente a la especie exótica del entorno de Salburua.

No obstante, todavía hoy, las poblaciones de visón europeo "se encuentran cerca de la extinción" en Salburua. Para repoblar, los expertos decidieron proceder a la suelta de ejemplares, una técnica que sólo se justifica en situaciones como esta.

Para ello, se dispuso de dos hembras de visón europeo, llamadas Crispijana y Aranda, criadas en un centro especializado de Pont de Suert (Lleida), gestionado por la Generalitat de Cataluña.

El proyecto -apoyado por la Fundación Biodiversidad, la Diputación foral de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria-, se inició en primavera de este año y cuando las dos hembras quedaron preñadas fueron trasladadas a unos jaulones que el Centro de Estudios Ambientales de Vitoria construyó en los humedales de Salburua.

En estos habitáculos, donde están siendo adiestradas y alimentadas con presas vivas, es donde se ha producido el nacimiento de dos ejemplares de visón europeo que han sido paridos por una de las hembras, Aranda. La otra hembra, Crispijana, no ha llegado a criar.

"A partir de ahora, nuestro objetivo es que las dos crías se adapten a su nuevo medio y una vez que completen su desarrollo, en el otoño, el jaulón se abrirá para liberar al grupo familiar", ha explicado Luis Lobo, técnico del Centro de Estudios Ambientales.

Posteriormente, se colocarán radio-emisores a los ejemplares de visón europeo para realizar un seguimiento de los mismos durante meses y conocer su adaptación a la naturaleza.