U equipo de investigadores y arqueólogos de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) y Tarragona ha localizado el adorno más antiguo del noroeste peninsular hallado en una excavación. Se trata de las cuentas de un collar formadas por conchas de un molusco que data de hace 17.000 años, según los resultados de la prueba del Carbono 14 a la que fueron sometidas.

Los restos del collar -del Paleolítico Superior, color blanco y de dos centímetros de largo el de mayor tamaño- son de gran importancia ya que suponen los antepasados de los torques, fíbulas y brazaletes de la cultura castreña posterior. Fueron localizados en la Cova de Valdavara, situada en el ayuntamiento lucense de Becerreá, en los Ancares de Lugo donde el Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste de la USC ha trabajado durante los últimos meses.

Ramón Fábregas, uno de los responsables de la excavación, explicaba ayer que el hallazgo es "interesante" por dos cuestiones. En primer lugar, nunca antes se había encontrado en una excavación un adorno tan antiguo. Sí se había localizado un colgante de piedra decorado, con una antigüedad similar al collar de Valdavara, que fue encontrado de forma fortuita al abrigo de la Pena Grande de Férvedes en Lugo.

El segundo punto de interés radica en que "demuestra que las conchas (del collar) proceden del Cantábrico lo que implica que la montaña lucense tenía conexión e intercambio de productos con el área cantábrica". Agregó también Fábregas que "esta gente no estaba aislada, sino que mantenía relaciones con la costa del norte español hasta donde se desplazaba".

A esta conclusión, llegaron los investigadores ya que las conchas localizadas (un total de siete) son de Dentalium -denominado también colmillo de elefante-, un molusco que, según los biólogos consultados por el equipo de arqueólogos, sólo se da en el Cantábrico.

Nuestros antepasados solían utilizarlos para pasar a través de ellos un hilo, creando un collar que les servía como adorno.

Común en el Levante

Fábregas detallaba ayer que "este tipo de adornos era una cosa bastante común en el Levante y en la Cornisa Cantábrica", habiéndose encontrado en esta último un total de 31 piezas de Dentalium.

Para este investigador, el hallazgo en Becerreá "abre una nueva perspectiva para trabajos posteriores". Los resultados de este proyecto y las conclusiones se publicarán en los próximos meses en revistas especializadas.

Para evitar saqueos o daños en la cueva, el Concello de Becerreá se ha hecho cargo de la protección de la misma instalando una puerta metálica con la que se persigue proteger el interior de "intervenciones ilegales".

Por su parte, los trabajos de excavación en su interior proseguirán hasta finales de este mes cuando se dé por finalizada la prospección en esta cueva lucense de Becerreá.