El marido de Amy Winehouse, Blake Fielder-Civil, podría quedar en libertad este lunes, pero los suegros de la cantante británica quieren impedir que la pareja se reencuentre hasta que ella se desintoxique, reveló ayer el sensacionalista "News of the World". Se prevé que un juez de Londres dicte sentencia hoy en el proceso judicial abierto a Blake, en prisión preventiva acusado de agredir al dueño de un pub de Londres en junio del 2006 y de obstruir el curso de la justicia por ofrecer a la víctima dinero a cambio de que retirase la acusación y dejase el país.

Blake, que se ha declarado culpable de ambos cargos, podría ser liberado porque ha pasado ya nueve meses en la cárcel. Su madre, Georgette, confesó, dominical del sensacionalista "The Sun", que está terriblemente asustada por que, una vez libre, Blake se reúna con Amy, lo que, a su juicio, "podría ser una sentencia de muerte para ambos".

Por ello, los padres de Blake van a entregar una carta al juez del caso para suplicarle que ordene su permanencia en la casa familiar en el condado de Lincolnshire para mantenerlo apartado de la artista. "Blake cree que va a ser el salvador de Amy y se ha propuesto intentar que deje las drogas. Pero Amy es completamente inestable. Blake y no es lo suficientemente fuerte para resistir la tentación", dijo la mujer al rotativo. "Si se reencuentran, sé que volverán a las drogas en cuestión de días. Los camellos pulularán alrededor de Blake y Amy. Son tickets de comedor para ellos. Entonces alguien llamará a la policía y Blake será detenido y enviado de nuevo a prisión". La mujer expresó sus temores porque, una vez juntos, la pareja se encierre en una habitación de hotel "donde hay un peligro real de que sufran una sobredosis".