El papa Benedicto XVI pidió ayer en Sidney perdón por los casos de pederastia cometidos en Australia por algunos sacerdotes católicos y ha asegurado que "los responsables deben ser llevados ante la Justicia", pese a lo cual las víctimas creen que esa disculpa no es suficiente. Benedicto XVI expresó su pesar y su condena por esos hechos durante la homilía de la misa que ayer celebró en la catedral de Santa María de la ciudad australiana de Sídney, donde participa en la Jornada Mundial de la Juventud.

"Me gustaría detenerme para reconocer la vergüenza que todos nosotros tenemos que sentir como resultado de los abusos sexuales de menores cometidos por algunos sacerdotes y religiosos en este país", afirmó. El Papa dijo que "las víctimas deben recibir compasión y cuidado" y que "los responsables de tales males deben ser llevados ante la Justicia". "Realmente, estoy muy apenado por este dolor y este sufrimiento que las víctimas han padecido y como su pastor comparto ese sufrimiento", declaró el Papa.

Después, destacó que esas "fechorías, que constituyen una grave traición a la confianza, merecen una condena inequívoca" y afirmó que "han causado un gran dolor y un gran daño al testimonio de la Iglesia".

Para Benedicto XVI, que pronunció esa homilía ante los obispos australianos y un grupo de seminaristas y novicios, "es una prioridad urgente promover un ambiente seguro y sano, especialmente para los jóvenes". El Papa cumplía con el compromiso que expresó en el avión que el pasado sábado le trasladó a Australia cuando dijo que quería "reconciliar" a la Iglesia Católica con las víctimas de los abusos sexuales.

La disculpa de Benedicto XVI ha ido, además, un poco más lejos que la ofrecida este mismo año a las víctimas estadounidenses de abusos de la Iglesia al exigir en esta ocasión y de forma contundente que sean llevados a los tribunales. Según la organización "Broken rites", ciento siete sacerdotes católicos han sido condenados en Australia por ese motivo y cuatro casos permanecen aún abiertos. Pese a la disculpa, las víctimas y sus representantes consideran que no ha sido suficiente.

"Si pides perdón a una víctima, lo haces directamente, le dices a esa víctima que lo sientes y buscas medidas para ayudarle", dijo Chris MacIsaac, presidenta de Ritos Rotos. Por su parte, Stephen Woods, quien cuando tenía 14 años fue violado por un sacerdote australiano condenado por esos hechos, destacó que el Papa había utilizado "la palabra perdón" y que él creía que lo ha dicho "porque realmente lo siente", afirmó Woods.