"La travesía" es el espectáculo que lo trajo a esta ciudad, donde radica el mayor número de dominicanos fuera de su país y que disfrutaron junto a miles seguidores de los viejos éxitos cosechados por este artista a lo largo de sus 24 años de carrera, así como los más recientes de su álbum "La llave de mi corazón".

Este último disco, que incluye la canción "La travesía", que da título a la gira, le ha valido seis premios Grammy Latino y uno anglo, así como tres Billboard, cinco Cassandra, el más importante que se concede en su país, y dos Lo Nuestro.

Como suele ocurrir en cada una de sus presentaciones, el público cantó y bailó, seducido por los cadenciosos merengues y la bachata, ritmos que identifican a República Dominicana, y que Guerra ha llevado a importantes escenarios en el mundo.

Su presentación estuvo precedida por la banda dominicana Calor Urbano, formada a finales de 2002 y que fusiona los ritmos latinos con soul, funk, rock, disco y Hip-Hop, entre otros géneros.

La banda había abierto antes para Juan Luis Guerra en la Feria Internacional de Barquisimeto (Venezuela) en 2007, e hizo lo propio para la presentación de la gira "Blanco y Negro" de Ricky Martin en República Dominicana.

Al inicio del concierto, el público vio en las gigantescas pantallas de la sala un avión que despegó, voló y aterrizó, presumiblemente en Nueva York, y del cual bajó el cantante para entrar en un elevador.

La figura del cantautor y su excelente banda 4.40, bajo la dirección de la pianista Yadira Rosado, aparecieron en el escenario luego de que se levantara un telón con el mapa de las Américas, en medio de un prolongado aplauso con el público de pie.

Mientras, cuatro bailarines caminaban de un lado a otro con maletas y vestidos con los chalecos naranja que identifican al personal de seguridad en los aeropuertos.

"Buenas noches, gracias por el cariño de siempre y por acompañarme en esta travesía", fueron las primeras palabras del intérprete, que continuó con "Vale la pena" y "A pedir su mano" y ya para este tercer tema todo el mundo bailaba en el Madison, donde estuvieron representados todos los países latinoamericanos.

El público escuchó, además, el éxito "Ojalá que llueva café", al tiempo que en las cinco gigantescas pantallas instaladas en el escenario se proyectaban imágenes de niños dominicanos, así como de artistas como Ricky Martin, Juanes y Ricardo Montaner, que tienen fundaciones de ayuda a la infancia.

Le siguieron la salsa "Canción de amor" de su más reciente álbum, así como las canciones "Búrbujas de amor", "El Niágara en bicicleta", "La bilirrubina" y no podían faltar las de corte religioso como "Las avispas".

Este cantante ha vendido más de 20 millones de discos y ha ganado importantes premios, a los que se sumará el de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura (UNESCO) como artistas de la paz, que recibirá el próximo 15 de septiembre en Francia.

Guerra, que comenzó su gira el pasado 12 de julio en el escenario del American Airlines Arena en Miami, al que le siguió Orlando y Atlanta, también se ha destacado fuera de los escenarios por su labor humanitaria en favor de los niños discapacitados de su país.

Luego de hora y media de concierto, Guerra se despidió del público, que no se movió de sus asientos, lo que lo obligó a regresar para interpretar un popurrí de bachatas y el tema "Si tú no bailas conmigo", que le inspiró su esposa, Nora, con quien celebró recientemente 24 años de matrimonio.

Guerra, quien finalizó su presentación con el merengue "Como yo", continuará su "travesía" mañana en Connecticut y luego viajará a California para tres conciertos. En septiembre llegará a España y posteriormente viajará a Francia y Japón, entre otros países.