La OCDE calcula que a causa de las medidas existentes hoy en favor de los biocombustibles los precios a medio plazo del trigo, el maíz y los aceites vegetales se elevarán respectivamente a medio plazo un 5%, un 7% y un 19%, y podrían tener otra subida del mismo orden si entran en vigor las nuevas políticas programadas.

El efecto sobre los precios de los biocarburantes de segunda generación (que no utilizan alimentos como materia prima) dependerá de la cantidad de biomasa obtenida en las tierras de cultivo. Una fuerte expansión de la superficie de producción agraria total atenuaría los citados efectos sobre los precios, pero suscitaría inquietudes debido a su repercusión nefasta sobre el medioambiente.

Las medidas de apoyo a los biocarburantes pueden tener un impacto considerable sobre el uso de la tierra a escala mundial y acelerar las superficies cultivadas en Latinoamérica y África, pero es importante prevenir los daños al medioambiente y la deforestación, señala el informe.