El Papa Benedicto XVI, que llegó ayer a Sídney para liderar la Jornada Mundial de la Juventud, avanzó que dirigirá la atención de los jóvenes hacia la pobreza, la justicia y el medioambiente, y buscará "reconciliar" a la Iglesia católica con las víctimas de abusos sexuales.

A su llegada a la Base Aérea de Richmond, en las afueras de la ciudad, el Pontífice de 81 años fue recibido con un fuerte aplauso al descender del avión. Su Santidad saludó al primer ministro australiano, Kevin Rudd; al cardenal George Pell, Arzobispo de Sidney, y a otros líderes de la Iglesia Católica en Australia, quienes le presentaron sus respetos.

Posteriormente, la comitiva papal se dirigió a un retiro del Opus Dei en las Montañas Azules, a unos 40 kilómetros de Sídney, en el que descansará hasta el jueves cuando se unirá a las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud.

En el mensaje que el Papa difundió al llegar a Australia para los más de 215.000 jóvenes peregrinos que participarán en la Jornada Mundial, señaló que muchos jóvenes "ven la pobreza y la injusticia, y desean encontrar soluciones".

"Muchos jóvenes no tienen esperanza. Permanecen perplejos ante las preguntas que se les presentan de forma cada vez más urgente en un mundo que les confunde y están a menudo inseguros de hacia dónde dirigirse para encontrar una respuesta", aseguró.

Además, esos jóvenes "ven los grandes daños que la avaricia humana causa al medio ambiente, y luchan por hallar modos para vivir en una mejor armonía con la naturaleza y con los demás".

El Pontífice se trasladará a Sídney el miércoles y celebrará su primer compromiso oficial el jueves, cuando será recibido por las autoridades australianas.

El escándalo de los abusos sexuales salpica a Australia

Benedicto XVI dijo que en Australia repetirá el perdón a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, tal como hizo en su último viaje a los Estados Unidos. "El problema (en Australia) es esencialmente el mismo que en Estados Unidos", dijo Benedicto XVI, para quien es esencial que la Iglesia vea "su culpabilidad", "se reconcilie" y "prevenga" este tipo de abusos.

Pero en Australia no se espera que haga las mismas declaraciones el máximo representante de la Iglesia Católica en el país, el cardenal Pell, que se encuentra en medio de un escándalo y la semana pasada fue acusado por la televisión estatal "ABC" de haber encubierto a un sacerdote acusado de abusos en 2003.

Por otro lado, se espera que durante la visita del Papa, la organización "Broken Rites", un grupo de ayuda para las víctimas de abusos sexuales relacionados con sacerdotes, protagonice varias manifestaciones junto al grupo "No al Papa", que protestará por la posición de la Santa Sede sobre los homosexuales, el aborto y el sida.