Caine se mostró muy ilusionado de poder formar parte de este célebre rincón de Hollywood, en la entrada del teatro chino Grauman, que recibe cada año a millones de curiosos que buscan en el suelo el rastro de las estrellas.

"Estoy muy contento de tener este increíble honor... siempre pensé que sería genial, pero creí que nunca lo recibiría, así que en resumen, soy un hombre muy feliz", confesó Caine en declaraciones a la Agencia Efe.

A sus 75 años, Caine se mostró el viernes en plena forma, no solo por la facilidad con la que se agachaba y levantaba para dejar su sello personal en el cemento, si no también por la actividad que sigue desarrollando en la gran pantalla.

Lejos de jubilarse, este británico con más de cuatro décadas de carrera aseguró a Efe que está preparando una nueva película, que se sumará a su larga filmografía de más de cien títulos entre los que destacan "Hannah and Her Sisters" (Hannah y sus hermanas) (1986) y "The Cider House Rules" (Las normas de la casa de la sidra) (1999), que le sirvieron para lograr sus dos Óscar.

El evento valió también para promocionar el último proyecto en el que participa Caine, el esperado regreso de Batman en "The Dark Knight" (El caballero oscuro), cinta que protagoniza junto a Christian Bale y el fallecido Heath Ledger y que se estrena en EEUU el 18 de julio.

El actor estuvo acompañado por su mujer, Shakira Caine, así como por Christopher Nolan, director de la última saga del hombre murciélago, y el presidente de los estudios Warner Bros., Alan Horn.

En su discurso, Nolan admitió ser un fan de Caine y que se puso nervioso el día que le conoció, cuando le presentó el guión del nuevo Batman, que según dijo el cineasta "encajó perfectamente con lo que Caine quería interpretar".

"Siempre fue uno de mis ídolos y es además un profesional extraordinario, que hace que sus compañeros de trabajo mejoren cuando están con él", comentó Nolan.

El actor recibió también la felicitación de la ciudad de Los Ángeles, a través de un documento conmemorativo firmado por el alcalde, Antonio Villaraigosa, y la simpatía de los afortunados turistas que pudieron cumplir el sueño de ver un famoso en la meca del cine.

Caine se convirtió en la celebridad número 245 en cumplir con el ritual del cemento, que en su caso se salió de lo ordinario ya que en lugar del habitual tono gris, la argamasa fue amarilla, algo que se usó por última vez en 1953 con Marilyn Monroe.

Desde 1927 la entrada del teatro chino Grauman, el más carismático de Hollywood, fue recopilando para la posteridad las huellas de nombres ilustres de la pantalla, desde Bette Davis o Humphrey Bogart hasta los actuales Tom Cruise o Harrison Ford.

Si bien se trata de un proceso sencillo, constituye un momento muy especial para muchas celebridades.

De hecho, la organización del evento señaló que en alguna ocasión tuvieron que recordarle a uno de los famosos cómo se escribía su nombre ya que estaba tan alterado que no sabía cómo firmar.

Will Smith, Daniel Radcliffe (conocido por Harry Potter), George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon, realizaron esta misma ceremonia el año pasado.