"Estoy convencido de que seremos uno de los museos militares más importantes del mundo y de referencia dentro de los de su clase, principalmente por la calidad de los fondos expuestos y sobre todo por la museografía", dice el general Núñez, en situación de reserva, en una entrevista con Efe en su despacho.

El Museo del Ejército tiene catalogadas cerca de 35.000 piezas de todos los tamaños, de las cuales, un 15 por ciento serán expuestas en el nuevo museo y el resto guardadas en nueve almacenes especialmente acondicionados en el área de Toledo, abiertos a estudiosos y ocasionalmente al público.

El nuevo museo dispondrá de 15.000 metros cuadrados de superficie expositiva, además, más de 2.000 ocupan las ruinas arqueológicas, que aparecieron durante las obras de construcción y que también se exhibirán, y otros 7.000 metros cuadros de superficie construida en el edificio administrativo.

Aunque de concepción exterior sencilla, el interior del museo impresiona a cuantos han tenido la oportunidad de verlo de cerca y hasta ha sido calificado como el "Guggenheim" de los museos militares.

El "discurso" que conforma el museo tiene cuatro partes: presentación, que implica la historia del museo y del edificio que lo alberga, el Alcázar, salas de discurso histórico, la parte puramente temática y los restos arqueológicos hallados en el subsuelo del Alcázar.

El general Núñez confiesa que la Historia de España ligada a su ejército ha sido la parte del museo "más importante y comprometida y la que nos ha supuesto un esfuerzo mucho más importante" para evitar que su discurso expositivo fuera "lineal" y "hasta cierto punto aburrido y monótono".

Para evitar el tedio y la polarización de ideas, Núñez afirma que casi 80 historiadores, periodistas, profesores de universidad, militares, en definitiva, "personas con una reconocida categoría a nivel nacional e internacional" han escrito el discurso desde cinco puntos de vista o "rutas temáticas", como las define el general.

Esas cinco rutas son: España y su Ejército, la organización militar y sus hombres, los medios materiales, el arte de la guerra y Ejército y sociedad.

A través de estas rutas se exhibirán en siete salas: la monarquía hispánica a partir de los Reyes Católicos, los primeros Borbones, la Revolución Liberal, la génesis del estado liberal, la Restauración, las crisis del siglo XX y el Ejército actual.

Esta última parte incluye, entre otras cosas, las diferentes y cambiantes operaciones de paz en las que participa el Ejército y que, como explica Núñez, aunque muchas de ellas son actuales, "dentro de unos años ya serán parte de nuestra historia".

La parte "temática" del museo la componen once salas, en las que se exhibirán piezas de artillería ("España posee la colección de piezas de artillería antigua más importante del mundo", dice con orgullo el general), banderas, arma blanca y arma de fuego portátil.

También albergarán la colección de armaduras del Ducado de Medinaceli, fotografías, miniaturas, maquetas, uniformes, el legado documental Romero-Ortíz, y el patrimonio etnográfico, que contiene muestras de la huella española en Japón, Filipinas, Iberoamérica e Indochina y entre las que figuran una "magnífica campana" de la guerra de la Cochinchina.

"El espacio dedicado a la exposición permanente no es todo lo grande que deseamos para exponer adecuadamente todo lo que hubiésemos querido", afirma el general.

Por contra, el Museo "dispone de una sala de exposiciones temporales de cerca de mil metros cuadrados en las que pensamos realizar del orden de dos o tres exposiciones anuales que estarán abiertas a diferentes temas y que no tendrán que ser necesariamente relacionados con el Museo", agrega.