Este programa ha sido desarrollado por Daniel Ruiz, Antonio Soriano y Verónica Brotons, del grupo de Ingeniería Bioinspirada e Informática para la Salud de la UA, y por el psicólogo de la UMU José Olivares, especialista en este tipo de trastornos de ansiedad que se manifiestan en temor persistente y acusado a situaciones y relaciones sociales.

Ruiz ha explicado a EFE que el ordenador es una herramienta "útil" para ayudar al médico especialista en la identificación y tratamiento de los enfermos porque éstos prefieren evitar la interacción con los demás y suelen apostar por Internet como "intermediario" con la sociedad.

De esta manera, una gran parte de los fóbicos sociales "se sienten cómodos" con el ordenador, como se refleja en que tiendan al uso de los "chat" como espacios anónimos que no precisan de contacto personal.

Se trata de un proyecto en el que los expertos han trabajado durante un año y cuyo resultado fue presentado en el último congreso anual de la Sociedad Española de Ingeniería Biomédica, celebrado en Cartagena, a finales de 2007.

Los ingenieros informáticos de la UA han adaptado la metodología del psicólogo a la plataforma "Moodle" docente "on line" (clases no presenciales) para este tipo de pacientes.

El resultado es un programa formado por una parte de diagnóstico y, una segunda de tratamiento, que pretenden "complementar" el trabajo que desarrolla el psicólogo desde un espacio geográfico más cercano, el propio domicilio.

Para el diagnóstico, se ha incorporado una serie de cuestionarios cuyos resultados pueden derivar en una recomendación al propio internauta para que acuda a un especialista para tratar este tipo de trastornos.

En la fase de tratamiento, la plataforma prevé grupos similares a los "chat" donde fóbicos sociales intercambien sus experiencias bajo una supervisión consentida.

Incluso, el sistema permitirá de forma automática seguir la evolución de los pacientes gracias a la información expresada en los citados "chat" a partir de determinadas palabras clave.

También se incorporarán vídeos con escenas que ayudarán a observar al paciente ante estímulos concretos que se suceden con normalidad en actos públicos.

En fases adelantadas del tratamiento, se posibilitará que, a través de una cámara web, el paciente pueda realizar una presentación pública para que sea analizada por el médico destinatario de las imágenes.

Ruiz ha explicado que el sistema no almacena información médica ni identificación personal del paciente, con lo que se cumple con la Ley de Protección de Datos, y que para entrar es necesario un acceso personalizado mediante clave o contraseña.