La periodista catalana Emma Reverter describe este mundo en "Citas en Manhattan", un libro basado en su propia experiencia en actividades contratadas para solteros en la Gran Manzana, donde reside.

Reverter explica que los asesores de citas están de moda para encontrar a la pareja ideal, porque ayudan a "parecer más interesante de lo que somos" y hacen un seguimiento de las citas para seleccionar y descartar candidatos.

En una entrevista con EFE, la autora ha asegurado que un asesor de citas "tiene una base de datos de tres mil personas", mientras que los amigos sólo aportan un grupo reducido de gente nueva para conocer.

Los servicios de "ruptura de parejas", que también aparecen en la novela, evitan pasar el trago de tener que dar la mala noticia y ellos se encargan de hacerlo por teléfono por veinte euros o en persona por cincuenta.

Estos servicios nacieron en Japón y ofrecen la opción de recogida de objetos personales en casa del abandonado.

Otra alternativa para sus clientes es la "línea caliente de rechazo" que permite utilizar un número de teléfono como si fuera el propio, que está conectado a un contestador, cuyo mensaje informa a las víctimas de que han sido rechazadas.

"Citas en Manhattan" describe también la "oficina de amores perdidos" de la web Craiglist o páginas digitales para gente con ganas de marcha como "I am free Tonight".

Otra de las opciones que ofrece Internet es "No te cites con él, chica", que incluye bases de datos y fotos de candidatos no deseables.

La especialización llega hasta webs en las que se pueden encontrar características concretas: pelirrojos (redheadpassions.com), personas con sobrepeso (largepassions.com) o tímidos (shypassions.com).

La opción política y religiosa está considerada en singlerepublican.com (para republicanos), democraticsingles.com (demócratas), catholicmatch.com (católicos), jdate.com (judíos) o dharmadate.net (budistas).

Las empresas neoyorkinas también organizan citas rápidas, en las que el mismo número de hombres y mujeres se conocen entre sí en citas de ocho minutos.

Al acabar escriben el nombre de la persona que más les ha gustado y, si la selección es recíproca, el moderador les envía al día siguiente un mensaje y los pone en contacto.

La autora explica que en "ocho minutos sabes si te gusta un piso o no" y también es tiempo suficiente para desear un empleo en una entrevista de trabajo.

En la "ciudad de los rascacielos" hay una proporción de cinco mujeres por hombre, sin tener en cuenta a los homosexuales y a los que tienen "fobia al compromiso", según la autora.

Los hombres gastan en Estados Unidos una media de 1.600 euros al año en citas y la posibilidad de enamorarse de alguien presentado por un amigo es del quince por ciento, así que 1.500 personas se dedican a asesorar citas independientes.

En España vamos "cinco años por detrás" de Estados Unidos en este sector, aunque se empiezan a realizar actividades dirigidas a solteros, según Reverter.

En Barcelona existen las citas rápidas de seis minutos y, precisamente, un gimnasio ha organizado esta semana una fiesta con 700 "singles" en la Ciudad Condal.

A pesar de todo, Reverter considera que "sigue siendo un tema tabú" en España, porque, aunque cada vez más gente se conoce por Internet, les cuesta reconocerlo.