Una serpiente pitón de cabeza negra emergió de la taza de un retrete en la décima planta de un edificio de la ciudad australiana de Darwin, informa hoy la prensa local.

La serpiente, de 1,8 metros de longitud y que no es venenosa, fue rescatada por un experto en reptiles tras recibir una llamada de los inquilinos, que se llevaron un susto monumental cuando encontraron al reptil en el lavabo de su apartamento.

Según los inquilinos y el experto, que desconocen cuánto tiempo llevaba la serpiente en las tuberías del cuarto de baños, el reptil únicamente pudo llegar al baño por el retrete, pues la habitación carece de ventanas, y se desconoce cuánto tiempo la serpiente llevaba en las tuberías del edificio.