P. Mera / A CORUÑA

El penal de Teixeiro fue ayer doblemente pionero: se convirtió en la primera cárcel en recibir una visita de algún miembro de la Casa Real, la infanta Cristina, que acudió a visitar una iniciativa única en las prisiones españolas: una ciberaula solidaria en la que los presos más jóvenes reciben clases de informática de un grupo de voluntarios pensionistas. Tras saludar a las autoridades y conocer las instalaciones del centro, la infanta presenció algunos momentos de las clases, donde los internos le mostraron su agradecimiento por la formación recibida y los profesores, su ilusión con el proyecto, que está financiado por la Fundación La Caixa -cuyo programa de Acción Social dirige la infanta-. La iniciativa se puso en marcha a finales del año pasado; desde entonces, nueve jubilados de Vilalba (miembros de la Asociación de Voluntarios Informáticos de Galicia, ASVIGAL) acuden dos veces a la semana a Teixeiro para enseñar a 55 presos -todos menores de 30 años y la mayoría extranjeros- cómo usar algunas de las herramientas informáticas más usadas, como el procesador de textos. El aula cuenta con 11 ordenadores, una impresora, un escáner y un proyector, aunque lo fundamental del equipamiento son las ganas de los voluntarios y el interés de los internos, que casi nunca faltan a las clases.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, destacó que la ciberaula de Texeiro permite a los internos mejorar su formación de cara a su integración laboral una vez dejen la cárcel, y dan a los mayores la posibilidad de "cambiar su rol social" y poder compartir su experiencia vital con gente más joven. Un "éxito" que merece ser exportado, según Gallizo, que anunció que se pondrán en marcha proyectos similares en otras cárceles españolas. Gallizo quiso agradecer en particular "el simbolismo especial" de la presencia de doña Cristina, por ser la primera de un miembro de la familia real.

Las ciberaulas solidarias ya habían merecido, hace menos de un mes, la visita del vicepresidente gallego, Anxo Quintana, que las presentó como un proyecto de su departamento de Benestar Social en convenio con La Caixa.

"Mejor si hubiese internet"

Los presos que asistieron ayer a las clases de informática en el módulo bautizado "Nelson Mandela" aplaudían la iniciativa mientras tecleaban en el ordenador uno de los ejercicios que les habían puesto los profesores. "Está bien, aprendemos algo de tecnología y hacemos algo diferente a lo de todos los días", dice Sergéi, uno de los muchos presos extranjeros que hay en Teixeiro. Pero añade: "Mejor sería si pudiésemos conectarnos a internet...", algo prohibido para los internos.

Los profesores se mostraron encantados con la "maravillosa experiencia" de poder compartir su tiempo y experiencia con personas en riesgo de exclusión social, en palabras del coordinador del proyecto, José Luis Baamonde. "Ellos son muy agradecidos, y es muy importante que vean que nos comportamos con ellos con naturalidad", decía otra maestra, Tita Criado.