Se acabó la espera bajo la lluvia en la parada del autobús: un pequeño aparato instalado en la cocina puede hacer mucho más fácil y agradable la vida a quienes utilizan regularmente el transporte público.

La empresa británica Acys ha inventado ese ingenio, que gracias al llamado "global positioning system" (sistema de posicionamiento por satélite) informa en todo momento de la posición de los autobuses y puede avisar mediante una alarma de que están a punto de llegar a la parada.

"Es extremadamente práctico", declaró Victoria Deakins, vecina de Dartford, pequeña localidad en el condado de Kent, sureste de Inglaterra, al diario "The Times".

El sistema la ha convencido para usar menos el coche, por ejemplo, para ir de compras porque "aparcar se ha convertido en una pesadilla".

Muy pronto, el sistema proporcionará también otras informaciones como el cumplimiento de los horarios de los trenes, los embotellamientos en las carreteras y el tiempo de espera con que hay que contar o la disponibilidad de plazas en los aparcamientos.

Otros posibles usos son el seguimiento del consumo de energía, informaciones sobre los servicios locales y alertas de la policía y del ayuntamiento.

El invento se inscribe en el proyecto del Gobierno laborista británico de convencer a los ciudadanos para que vivan vidas más compatibles con la defensa del medio ambiente.

Dartford, cuyo Ayuntamiento está decidido a impulsar su servicio de autobuses rápidos, es por el momento la única localidad del país donde funciona ya el sistema, que cuesta, instalación del aparato incluida, unos 2.500 euros.