"El jardín de la oca" (Maeva) narra la historia de personas muy diferentes como un musulmán, un judío, un católico, un templario, un cátaro y un pagano que, al final, "logran entenderse" porque, aparte de las creencias de cada uno "a todos los seres humanos nos une la humanidad" y, por eso, según Martínez de Lezea, "o nos entendemos o estamos destinados a destruirnos".

La historia de la novela transcurre en el siglo XIII en el camino de Santiago de Compostela "donde pasaban gentes de todas partes" de muchas procedencias distintas, con diversas lenguas y culturas como "peregrinos, comerciantes, timadores, visionarios, pobres e incluso herejes que huían de la justicia".

"El camino de Santiago -ha añadido la autora- era la mayor calle de la Europa medieval, por donde pasaban un millón de viajeros al año," por pueblos de 150 habitantes que llamaban al camino la ruta mercantil porque en él se situaba la zona de comercio.

En la novela se mezclan dos historias distintas; la del camino de Santiago y la del jardín de la oca, popularmente conocido desde el siglo XVI como el juego de la oca, momento en que pasa a ser un juego de mesa.

Antes de esa fecha, "el jardín de la oca era un tablero de misterios" con varias hipótesis sobre su significado, según la escritora.

"Por un lado -aclara la autora- se decía que era una representación del camino de Santiago", por eso, en el tablero figuran la posada, la cárcel o el laberinto, y por otra que es un plano de los templarios, que guardaba algún secreto o tesoro".

La tercera hipótesis y que para Martínez de Lezea es la más creíble es que "era un tablero de adivinación" porque en el dibujo "hay números" y ha recordado que en todas las tradiciones antiguas la numerología tiene un valor muy importante "como vemos en la época pitagórica, la cábala judía o en el Apocalipsis de San Juan".

Toti Martínez de Lezea empezó a escribir novelas en el 1998, cuando tenía 49 años, desde entonces ha escrito catorce obras para adultos y tres juveniles y ha sido galardonada con el Premio Euskadi de Plata por el libro más vendido en la Feria de San Sebastián y el Premio Pluma de Plata por ser la autora más vendida en la Feria de Bilbao.