Así consta en el estudio "Hombres y Mujeres en España 2008", publicado por el Instituto de la Mujer, que refleja que el 14,6 por ciento de los presidentes de las corporaciones locales españolas salidas de las elecciones del 27 de mayo de 2007 son mujeres.

Esto supone dos puntos más que el porcentaje de alcaldesas surgido de las urnas en los comicios municipales del 2004, que era del 12,6 por ciento.

Hace 25 años, en las elecciones municipales de 1983, el porcentaje de mujeres ocupando las alcaldías apenas superaba el dos por ciento.

Por comunidades, y de manera generalizada, el número de alcaldesas sube en todas las autonomías, con las excepciones de Baleares, donde desciende 1,4 puntos (en el 2004 había un 10,4 por ciento de alcaldesas y en 2007 la cifra se redujo al 9 por ciento), y La Rioja, donde la caída es más acusada y se sitúa en el 2,3 por ciento (del 12,6 al 10,3 por ciento).

Los mayores porcentajes de mujeres ocupando ese puesto se obtienen en Madrid (19,6 por ciento), Castilla-La Mancha (17,5 por ciento) y Navarra (17,7 por ciento).

Se han producido incrementos significativos en el País Vasco, donde se incrementa en 5,5 puntos la presencia de alcaldesas en comparación con la anterior legislatura, así como Cantabria y la Comunidad Valenciana, con un aumento de casi un cinco por ciento en ambas.

El nivel más bajo de participación tiene lugar en Galicia, donde sólo hay un ocho por ciento de alcaldesas, y Baleares, con un nueve por ciento.

Diez comunidades autónomas se encuentran por debajo de la media estatal, mientras que el resto se coloca por encima.

La idea de una participación equilibrada de las mujeres y los hombres en los procesos de toma de decisiones se ha incorporado progresivamente en recomendaciones de la ONU, la Unión Europea y el Consejo de Europa, subraya el informe.

En la UE se ha adoptado la recomendación de una participación femenina no inferior al 40 por ciento en cualquiera de los órganos de decisión, porcentaje que ha sido incorporado como mínimo en la legislación nacional española para alcanzar una composición equitativa en todos los ámbitos clave para la toma de decisiones.