¿Cómo contarles a tus dos hijas pequeñas que no volverán a ver a su madre? Esta pregunta es el lacrimógeno punto de partida de 'La vida sin Grace', un drama puro y duro protagonizado por John Cusack y escrito y dirigido por el debutante James C. Strouse. Una suerte de emotiva 'road movie' que llega a nuestra cartelera precedida de la gran acogida que ha tenido en la crítica allí donde ha sido presentado, como demuestran Premios del Público y Waldo Salt al Mejor Guión en Sundance, y el Premio de la Crítica Internacional en el Festival de Deauville.

En 'La vida sin Grace', Cusack, que se ha convertido en algo así como 'el viudo de América' ya que también en sus otras dos últimas películas ('The Contract' y 'El niño de Marte') interpretaba a un personaje que ha perdido a su esposa, es Stanley Philipps, un ex-militar que recibe la peor noticia posible: su mujer, una soldado a la que conoció en la academia del Ejercito enviada a la a guerra de Irak, ha muerto en el frente.

Pero ante la nefasta noticia, Stanley no puede permitirse llorar, solo piensa en qué les dirá a sus dos hijas Heidi (Shélan O'Keefe) y Dawn (Gracie Bednarczyk), de 12 y 8 años, respectivamente y que literalmente adoran a su madre. Incapaz de enfrentarse a la verdad y al dolor de sus hijas, opta por una huída hacia adelante y se embarca con ellas en un viaje improvisado por carretera hacia un parque de atracciones. Un lugar maravilloso en el que espera ofrecer a sus hijas un último momento de felicidad antes de cambiar su vida para siempre.

Será entonces cuando descubra que, cuanto más se aleja de casa intentando retrasar lo más posible el momento de revelarles la muerte de su madre, más se estrecha su relación con sus hijas. Un proceso que le ayudará a encontrar el momento para contarles lo sucedido y enfrentarse juntos a la verdad, enfrentarse a la vida sin Grace. Una historia muy intensa en la que Cusack, también productor de la cinta, realiza el que para muchos es su mejor trabajo desde 'Alta fidelidad'.

Lejos de las superproducciones

"El proceso de hacer una película tan sobria e íntima como 'La vida sin Grace' no podía ser más distinto a hacer una gran película de Hollywood, en donde se da más importancia a absolutamente todo antes que la actuación", afirma el actor en declaraciones a su productora recogidas por otr/press en las que también asegura que en 'La vida sin Grace' sucede "exactamente lo contrario" ya que en esta película "todo surge del guión y de la interpretación".

Buenos actores, y no solo hablamos de Cusack, las dos niñas --debutantes en estas lides-- están también a la altura de la intensidad interpretativa que requiere la película, una historia bien contada y muy emotiva, pero sin llegar a ser ñoña, son los ingredientes fundamentales de 'La vida sin Grace'. Sin olvidar una magnífica banda sonora, compuesta ni más ni menos que por el gran Clint Eastwood, que contribuye decisivamente a la causa lacrimógena en los momentos cumbres y que estuvo nominada a los Globos de Oro en dos categorías: Mejor Banda Sonora Original y Mejor Canción Original interpretada por Jamie Cullum.