Lauryssens asegura que nunca ha pretendido hacer el gran libro de Dalí, ni la obra de un crítico de arte, sino "simplemente explicar mi pasado y lo que personas del entorno del pintor me han dicho", un pasado delictivo por el que llegó a estar en la cárcel. En su obra, el marchante asegura que el 75% de los cuadros del pintor ampurdanés son falsos, si bien una parte de estos eran pintados por otros pintores, a los que al final Dalí daba "su toque surrealista".

Lauryssens matiza que "el mundo de hace veinticinco años era una sociedad que buscaba el enriquecimiento rápido y no era difícil encontrar a gente que invirtiera en arte, aunque fuera falso, con la idea de en cinco años venderlo y obtener más dinero".

A su juicio, a finales de los 60 y principios de los 70 el propio Dalí y Gala fomentaron la circulación de la obra falsa, pues necesitaban dinero para mantener su tren de vida, que incluía "seis meses del año en los hoteles más caros de Nueva York y París".

Recogiendo el testimonio del secretario de Dalí, el Capitán Moore, Lauryssens comenta que el pintor y su séquito necesitaban "medio millón de dólares cada mes en su estancia en Nueva York, y esa cantidad"no se podía ganar vendiendo pequeños cuadros surrealistas de los años 30".

Lauryssens insiste en que en la Fundación Dalí "hay obra falsa" de Dalí, entendida como obra en la que Dalí sólo hizo una parte del cuadro, y se remite a la entrevista que protagonizó hace seis meses en Figueres para la televisión holandesa en la que incluso "un responsable de la fundación admitió que algunos cuadros de la época negra de Dalí no eran 100% de Dalí".

Película con Al Pacino

Lauryssens anuncia que el proyecto cinematográfico basado en su libro se encuentra en una fase de preproducción, una película norteamericana que contará con Al Pacino en el papel del pintor y Cillyan Murphy en el del marchante belga, y que estará dirigida por Andrew Niccol, guionista de El show de Truman. La productora tiene intención, según el ex marchante, de estrenar el filme en el festival de Cannes de 2009.

Tras afirmar que "todo se puede comprar con dinero", Lauryssens recuerda que Anthony Hopkins protagonizó un filme sobre Picasso en el que no salía ni un cuadro de él, o que Andy García interpretó a Modigliani en una cinta en la que se veían unas 50 copias inexactas de obras del artista italiano.

El paralelismo Dalí-Picasso es inevitable aunque no con relación a la obra falsa: "La suerte de Picasso es que su primer marchante, Kahnweiler, fotografiaba cada cuadro que pintaba y hacía todos sus catálogos", algo, sostiene, que no sucedió con Dalí.