Un grupo internacional de científicos ha comprobado por primera vez el efecto devastador del dióxido de carbono (CO2) en los ecosistemas marinos, donde provoca un aumento de la acidez que destruye los corales, caracoles y erizos de mar y una proliferación de algas invasivas.

Para ello, los científicos del Reino Unido, Francia, Israel e Italia, dirigidos por el Dr.Jason Hall-Spencer en la universidad británica de Plymouth, lanzaron un innovador proyecto que consiste en analizar sobre el terreno los ecosistemas oceánicos próximos a respiraderos submarinos volcánicos de dióxido de carbono.

Los resultados de su primera expedición, llevada a cabo a la isla italiana de Ischia, en la bahía de Nápoles, aparecen en la última edición de la revista "Nature". La investigación fue posible después de que se descubriera que los respiraderos volcánicos submarinos sirven como experimentos naturales a gran escala de los efectos de las emisiones de CO2 de los humanos.

Las observaciones de los científicos confirman las sospechas de que "de no remitir los niveles de CO2 emitidos por el hombre, se verán gravemente perturbadas las redes tróficas marinas y se producirán importantes cambios ecológicos", dijo Hall-Spencer.

"Comunidades marinas enteras y los ecosistemas cambian debido a los efectos a largo plazo de la acidificación", que implica un descenso de los niveles de pH del agua, añadió.

Para el año 2100 se estima que el CO2 procedente de la actividad humana habrá doblado los niveles preindustriales.