A pesar de que en Río de Janeiro desfilará un amplio número de "tops" internacionales, la primera ausencia de Bündchen -símbolo de la moda brasileña- tras tres años de participaciones, ha robado el protagonismo del evento que, bajo el lema "repensar, reciclar, renovar", pretende darle énfasis a la responsabilidad ambiental.

En cambio, la modelo brasileña sí desfilará en la S\u00E3o Paulo Fashion Week el próximo día 22 para Colcci, firma que acudió a la última semana de la moda carioca, pero que ahora prefirió la paulista.

Además de los tradicionales desfiles, la Fashion Río, como se conoce a este evento en el que se dan cita 57 marcas, contará con actividades paralelas como exposiciones y una bolsa del mercado de la moda que espera facturar 435 millones de reales (unos 266 millones de dólares).

El coste total de la Fashion Río asciende a ocho millones de reales (unos 4,90 millones de dólares), según destacaron los organizadores en una rueda de prensa presidida por la escritora brasileña Fernanda Young.

La literata dijo que el estilo carioca es el que "mejor traduce la idea del estilo de todas las personas que viven en ciudades con agua" en cualquier parte del mundo.

Una de las principales organizadoras del evento desde su primera edición en 1992, Eloysa Sim\u00E3o, destacó la importancia de la Fashion Río, debido a que la ciudad es "la principal tarjeta de visita del país e infravalorarla es despreciar a Brasil".

El presidente de la asociación brasileña de la industria textil, Aguinaldo Diniz, valoró el papel de la Fashion Río como "escaparate" del sector, que según él, emplea a más de 1,6 millones de personas y 30.000 empresas en todo Brasil (sexto mayor parqué textil del mundo).

El director superintendente del servicio de apoyo a las pequeñas empresas de Río de Janeiro (Sebrae), Sergio Malta, subrayó que la Fashion Río "se perfecciona y crece cada año".

En esta edición, la tecnología del reciclaje y la conservación ambiental dieron el salto a las pasarelas.

Para la instalación se utilizaron materiales "ecológicamente correctos", entre ellos 25 toneladas de una madera especial fabricada con billetes viejos, fibra de coco, restos de café y de la industria textil, según los organizadores.

Los desfiles y las diferentes actividades que serán organizadas hasta el próximo viernes pretenderán hacer reflexionar sobre qué hacer con la gran cantidad de basura que el mundo produce hoy en día.