Una tribu indígena nunca contactada por occidentales ha sido descubierta en Papúa-Nueva Guinea en el marco de investigaciones antropológicas desarrolladas por expertos de una universidad canadiense y financiadas por el empresario canario Antonio Cruz-Mayor, según anunció éste ayer.

Sólo una docena de individuos, incluidos hombres, mujeres y niños, conforman esta comunidad, que conforma una etnia diferente a las vecinas de su país, caracterizada por sus “facciones más finas” y su baja estatura, que no llega al metro y medio, declara el empresario al periódico isleño “La Provincia”, que anticipa su hallazgo.

Un logro que, según el rotativo, llevó a permanecer durante más de quince días incomunicado en un campamentobase montado en un poblado de aborígenes a Cruz-Mayor, quien compartió la experiencia con el equipo del doctor Bassan Galhé, de la Universidad McGill de Toronto, responsable científico de la investigación.

Junto a él, constató la novedad del descubrimiento la antropóloga Nancy Sullivan, residente desde hace veinte años en Papúa-Nueva Guinea e inductora del hallazgo, al sugerir al equipo de investigadores, que buscaban unas pinturas prehistóricas, que exploraran una zona donde los nativos “probablemente nunca hubieran visto hombres blancos”, destaca el empresario.

“Una travesía a través de pendientes escarpadas, y en la que sufrieron no pocas penalidades”, llevó finalmente a los expedicionarios al encuentro de la nueva tribu, relata. Antonio Cruz-Mayor subraya, entre otras características diferenciales del grupo humano descubierto, que, “entre los incontables dialectos de la región, el de este grupo es diferente al de los demás, pero asequible para la doctora Sullivan”.