Los nueve proyectos que cuentan con esta financiación en España trabajan para superar obstáculos asociados a la inmigración, la discapacidad, el desarrollo rural o la violencia intrafamiliar entre otros asuntos.

La subvención sirve para darles "el empujón" y hacer que su impacto pase de una escala local a una global, ha señalado a EFE la directora del Programa Emprendedores Sociales para Europa, María Zapata.

El objetivo de esta organización, financiada por entidades privadas y que desde su fundación en 1981 ha construido una red de casi 2.000 emprendedores sociales en 60 países, es que cualquier persona "sea impulsora de cambios" y "tenga la libertad, la confianza y el apoyo para resolver necesidades sociales", explicó Zapata, que fue sustituida como directora general de Ashoka para España por María Calvo, ex directora de E-Bay.

Ocho prisiones han adoptado en España uno de los proyectos premiados, ideado por el funcionario de prisiones Faustino García, de crear módulos libres de drogas y violencia, donde guardias y presos trabajan en común y los internos pueden tomar algunas decisiones, apuntó Zapata.

Los condenados que participaron en este proyecto, donde los internos se vigilan y se apoyan mutuamente, tuvieron una tasa de reincidencia muy inferior a la de otras prisiones en España (un 10 por ciento, frente a tasas de entre un 40 y un 60 por ciento) e Instituciones Penitenciarias está apoyando el programa, añadió.

En Galicia, Antonio García trabaja para recuperar las prácticas sostenibles de pesca, ha creado una empresa de comercialización de pescado a través de internet y por sus cursos de sensibilización ambiental del Mar de Lyra han pasado más de 8.000 estudiantes.

Otro proyecto ha permitido atender las peticiones de créditos de 302 inmigrantes para necesidades cotidianas como arreglar la lavadora o mandar dinero a su país a través de comunidades cuyos miembros se prestan dinero entre sí, reciben intereses si no piden dinero prestado y los pagan si solicitan un crédito, que tienen un valor medio de unos 300 euros.

Este programa, que maneja un capital rotado de hasta 135.000 euros, ha permitido que los inmigrantes encuentren una comunidad que les apoye en su sociedad de acogida, señaló Zapata.

En Asturias, todos los alumnos imparten la asignatura de Empresa Joven Europea, impulsada por José Miguel Pérez y gracias a la cuál jóvenes de 15 años han creado más de 900 cooperativas de exportación manejadas desde 2000, comentó Zapata.

Programas para acercar el ocio a personas con discapacidad intelectual o para dar asistencia integral a adultos que fueron víctimas de abuso sexual en su infancia son otras de las iniciativas financiadas durante tres años con alrededor de 35.000 euros anuales.