El death metal melódico de Soilwork preparó el terreno, después de una de las granizadas más violentas que se recuerdan en Getafe, para que Queensr\u00FFche, Within Tempation y Machine Head aplacaran los nervios de toda la gente que se agolpaba en los terrenos militares donde se ha erigido el auditorio John Lennon de Getafe.

Iron Maiden se encarnó en Queensr\u00FFche, con la mala suerte de que la acústica no les acompañara para poder lucirse en la carpa del segundo escenario del Electric Weekend. La misma mala fortuna le tocó a Machine Head, quienes habían preparado un potente directo para dejar buen sabor de boca entre sus aficionados españoles.

Soilwork y Within Temptation tuvieron mejor estrella, y no sólo por desarrollar su actuación en el podio principal de Getafe, sino también por preceder, bajo los mismos focos, a la que iba a ser la gran triunfadora de la noche: Metallica.

El día más oscuro del Electric Weekend se despejó para que la voz cristalina de Sharon den Adel (cantante de los holandeses Within Temptation) recorriera la explanada del festival y la proverbial predisposición de su grupo invitara al público a unirse al buen ambiente de sus canciones.

"Angels", "Frozen" y "Memories", sus tres temas más celebrados, despertaron aplausos entre la concurrencia, pero nada comparable a lo que se viviría apenas una hora después.

Miles de fieles de los reyes del trash metal saludaron con los cuernos en alto cuando en los altavoces comenzó a sonar la épica banda sonora de Ennio Morricone que los de California utilizan como apertura de todos sus conciertos.

Las notas pausadas del spaguetti western fueron sólo un espejismo que se diluyó en el doble bombo de Lars Ulrich, quien tardó sólo unos segundos en acelerar el "Fuel", una de las canciones más cañeras de Metallica, para conseguir la aquiescencia del público.

James Hetfield y Kirk Hammett soltaron sus muñecas en los riffs de guitarra para demostrar que, lejos de hacerlo con sus últimos discos, Metallica se gana a sus seguidores a base de buenos conciertos.

Y la gente de Getafe parecía saberlo bien porque, mientras sobre el escenario se interpretaba el archiconocido "Master of puppets", junto a la valla se agolpaba más de un millar de seguidores sin entrada.

Los autores de "Ride the lightning" y "And justice for all" reconocieron por boca de su baterista, horas antes del concierto, que para el nuevo álbum que sacarán el próximo mes de septiembre abandonarán el "sonido experimental de 'St. Anger'" para volver "al método sencillo y directo de los 80".

Sus fans seguro que lo agradecen porque, tal y como hicieron ver durante el directo, sus cortes preferidos siguen estando entre las grabaciones de los primeros discos.

Así, "Harvester of sorrow" y "Seek and destroy" levantaron aullidos de emoción entre el público, y el espectáculo pirotécnico de llamaradas y fuegos artificiales contribuyó a fijar el recuerdo de una actuación más que memorable.

Lanzaron medio centenar de púas, declararon su amor a la ciudad de Madrid, afirmaron que iban a cuidar de todos los que habían asistido y se volcaron con la gente que a lo largo de dos horas les había animado de forma incansable. Después de todo, "Nothing else matters".