Ágatha de Santos / VIGO

El discurso de ingreso en la RAE de Darío Villanueva versará sobre la influencia de "El Quijote" en el cine porque el ex rector de la Universidad de Santiago y miembro del comité científico de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes defiende que Cervantes se anticipó al lenguaje audiovisual.

- ¿Por qué "El Quijote antes del cinema"?

- Porque es algo que no se ha hecho hasta ahora con Cervantes, aunque sí con Virgilio y Shakespeare, que es presentarle como un escritor que adelantó la forma de narración que el cine utiliza, algo que directores como Griffith ya reconocieron.

- ¿Cuáles son los principales retos de la RAE?

- Creo que la orientación de los últimos años ha sido muy acertada en dos direcciones. La primera, fortalecer el trabajo y el consenso con las academias latinoamericanas, lo que responde a la realidad del español porque hay 400 millones de hispanohablantes y sólo 45 millones en España. La segunda es acomodarse a la sociedad de la información y digital en la que vivimos. La comunicación es fundamental en la sociedad contemporánea y la lengua es un privilegio de la comunicación, pero tiene que adaptarse a los retos de las nuevas tecnologías.

- ¿La lengua que no se adapte a la era tecnológica está condenada al ostracismo?

- Los nuevos inventos y la tecnología traen la palabra que los define pero quizá el problema de la segunda es que ya trae un idioma: el inglés. La cuestión está en no claudicar por falta de vigilia ante la importación indiscriminada de términos en inglés porque sino tendremos un ciberespacio monolingüe. Se trata de tomar posiciones y ocupar espacios, de no resignarse.

- Los hábitos lingüísticos que están desarrollando, ¿pueden afectar a la palabra escrita?

- Podría pero tampoco no hay que rasgarse las vestiduras. Se habla de cómo se escriben los SMS, pero si vamos a los manuscritos medievales vemos que los copistas también empleaban abreviaturas. Otra cosa son las faltas de ortografía, pero éstas las ha habido siempre.

- ¿De qué forma afecta que la educación y la lengua estén siempre en el debate político?

- La lengua es una facultad innata del ser humano, nuestra dotación genética, que tiene un componente individual y otro social, y en éste la educación es absolutamente crucial. Es imposible negar que un objetivo básico de la educación es perfeccionar las competencias lingüísticas de sus ciudadanos porque a través de la lengua ejercen su ciudadanía. También los medios de comunicación son importantes porque tienen un extraordinario impacto en la sociedad.

- ¿Se están haciendo los suficientes esfuerzos en este sentido desde la Administración?

- La educación en sí misma no lo es todo. La gente habla en su entorno y está influenciada por éste. Lo fundamental es que todos, responsables políticos y sociedad civil, tengamos claro su importancia. Tiene que haber una sensibilidad hacia el idioma, al igual que la hay hacia el medio ambiente, en preservar nuestras lenguas, en no ensuciarlas. Y este ecologismo lingüístico es un esfuerzo de todos.

- A veces parece que los idiomas incomunican más que comunican...

- Como filólogo considero un crimen presentar las lenguas, que han de servir para el entendimiento, como elementos de descomunicación. La guerra de las lenguas es una verdadera aberración, aunque creo que también se exagera bastante, porque en una sociedad plural y democrática, la gente se expresa como quiere. Las personas saben, independientemente de su formación, que la lengua les pertenece; existe un sentimiento lingüístico común.

- La lengua es un sistema en continuo cambio. ¿Cuál es la situación del español?

- Es una situación de gran efervescencia y al mismo tiempo de gran estabilidad en lo fundamental. Hay palabras singulares que son entendidas en un determinado lugar, pero no tenemos ningún problema ortográfico. A mí me encanta escuchar distintos acentos, y no sólo de la península, porque creo que es enriquecedor y muestra la gran diversidad de nuestro idioma.

- ¿Tiene el español el reconocimiento que se merece?

- Habría que sectorizar. Siempre digo, aunque parezca exagerado, que la II Guerra Mundial la ganó el inglés. Antes, la lengua de la ciencia era el alemán, tras la II Guerra Mundial es el inglés, al igual que en tecnología y economía. Pero vamos a ver que sucede con el chino en unos años. Luego está la cultura, y ahí el español tiene una literatura de lo más potente e influyente. Ninguna narrativa supera a la literatura latinoamericana en español.

- ¿También podemos hablar de potencial en lectores?

- España es la cuarta potencia editora, y estoy convencido de que nunca se ha escrito, publicado, vendido y leído tanto como ahora. Ruiz Zafón ha publicado un millón de ejemplares; algo impensable hasta hace nada.