Los cien reclusos que viven en el Módulo 6 deben adaptarse a unos horarios estrictos. Una jornada cotidiana comienza a las 8 de la mañana. Media hora después se realiza el recuento de presos y, tras el desayuno, mantienen una breve reunión con el educador en la que plantean posibles conflictos, sugerencias del día... De 9.30 a 12.30 es tiempo de cursos de formación y talleres. A las 13.00 horas llega la hora de la comida y después deben permanecer dos horas en sus celdas. A las 16.00 comienzan de nuevo los talleres productivos, que se desarrollan hasta las 7, hora de la cena. Después, un nuevo recuento y cierre de celdas.