Emilio Pérez Touriño confesó ayer que le gustan los piratas, aunque no se refería precisamente a los que apresaron el "Playa de Bakio" en Somalia. No, al presidente de la Xunta lo que le entusiasma son las aventuras literarias de los sandokanes especialmente si las cuenta Emilio Salgari y se titulan "El corsario negro".

Ese autor y ese título fue el único que el titular del Ejecutivo gallego sugirió a los niños con los que ayer se reunió para conmemorar el Día Internacional del Libro. Los pequeños, Nerea, Alba, Nicol, Joel, Sandra, Sara o Silvia, fueron más expresivos y Pérez Touriño salió de su encuentro en Santiago con decenas de títulos en la cabeza, desde "Matilda" a "La isla del tesoro", pasando por obras de Roald Dahl y una mayoría de títulos que, al igual que la conselleira de Educación, Laura Sánchez Piñón, también presente en el acto, confesó no haber leído por no existir cuando tenía edad para esas lecturas, como "Tarzán de goma", "Espantallo amigo" o "Os megatoxos e o aprendiz de druida", del que su defensor, Miguel, reclama la segunda parte.

Durante el encuentro, Pérez Touriño, además de interesarse por cada libro y preguntar a Miguel si había "probado lo del tojo" que confiere superpoderes, confesó a la treintena de niños de alrededor de nueve años que lo rodeaban junto a los de dos centros que participaban por videoconferencia, que hasta su edad él sólo leía "los deberes", pero que después se aficionó tanto que leía "todo" lo que le "caía en las manos". En parte eso se debía, dijo, a que "no había ordenadores ni móviles ni nintendos", aunque "lo pasábamos igual de bien y viajábamos con la imaginación".

Tras lamentar que a día de hoy la mayor parte de sus tête-à-tête con letras de imprenta esté formado por "informes y conferencias, un poco más pesados" y no por los libros de piratas, "de aventuras, de indios y vaqueros, de policías y ladrones y de viajes" que le acompañaron en su niñez, el presidente recomendó a los niños que leyeran porque es "una maravilla porque uno se divierte, viaja a otros países y situaciones y aprende cosas que no sabía".

Touriño se despidió lamentando no poder verse todos los días, aunque los pequeños le respondieron: "A los políticos ya los vemos todos los día en la tele".