Los ensayos clínicos desarrollados en España en los últimos años para tratar con bótox las migrañas crónicas y las cefaleas que se perpetúan en el tiempo por el abuso de fármacos que "enganchan más" al paciente han funcionado en un 70 por ciento de los casos.

Se trata de una nueva técnica que consiste en infiltrar, cada tres meses, cien unidades de toxina botulímica en 14 zonas del perímetro craneal a pacientes que sufren dolor de cabeza más de 15 días al mes y que no han respondido a otros tratamientos preventivos habituales aplicados con anterioridad.

Esta técnica la explicó hoy el secretario del Grupo de Estudios de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, Samuel Díaz, en la segunda jornada del XIV Congreso Nacional de Neurología.

Aunque hay pacientes que tampoco responden a este tratamiento, los ensayos desarrollados hasta ahora indican que esta alternativa, que aun no se ha aprobado en España, se puede utilizar como medicación de "uso compasivo", dijo.

Díaz destacó que el dos por ciento de la población española abusa de fármacos no indicados para el tratamiento de las cefaleas, como los ergóticos o los medicamentos combinados los que contienen cafeína y codeína, lo que provoca que los dolores de cabeza se perpetúen en el tiempo.

Frente a estos medicamentos, recomendó el uso de fármacos puros a dosis altas como el ibuprofeno o los pertenecientes al grupo de los triptanes para el tratamiento de las migrañas, que son las cefaleas más conocidas y afectan sobre todo a las mujeres por factores hormonales.

Las cefaleas más frecuentes son las de tipo tensional, que no son tan dolorosas como las migrañas pero producen una sensación de "casco apretado" que se puede calmar con la práctica de ejercicio, algo que, sin embargo, no está indicado para las primeras.

La migraña, que ha sido incluida por la Organización Mundial de la Salud entre las 20 enfermedades más invalidantes, tiene una gran base genética, lo que explica que se herede mucho, y las crisis pueden durar entre cuatro horas y tres días.

Samuel Díaz destacó que en la actualidad se investigan nuevas fórmulas para el tratamiento de la migraña con fármacos que bloquean la inflamación de las meninges que produce esta enfermedad, que también afecta a los niños, concretamente al 4 por ciento de los menores españoles, tanto por factores hereditarios como por el estrés al que, cada vez más, se somete a los más pequeños.

Respecto al dolor de cabeza más intenso, las llamadas cefaleas en racimos, que ha sido comparado por pacientes con el de "tener un destornillador metido en el fondo del ojo", informó de que su incidencia es de nueve casos por cada 100.000 habitantes y explicó que es más frecuente en hombres porque están relacionadas con el consumo de tabaco y alcohol, aunque en los últimos años su frecuencia ha aumentado en mujeres porque ahora ellas fuman más que ellos.