María de la Huerta / A CORUÑA

Vigo y A Coruña podrían albergar, en un futuro no muy lejano, las primeras narcosalas públicas de Galicia. El subdirector xeral de Saúde Pública e Drogodependencias, Víctor Pedreira, adelantó ayer que Sanidade estudia la posibilidad de habilitar unidades móviles para el consumo controlado de heroína en ambas ciudades. "Lo que estamos barajando es la posibilidad de ubicar módulos transportables en las inmediaciones de los asentamientos de distribución y consumo de esta droga", especificó

La Consellería de Sanidade baraja la posibilidad de habilitar unidades móviles para el consumo controlado de heroína en Vigo y A Coruña, según adelantó ayer el subdirector xeral de Saúde Pública e Drogodependencias, Víctor Pedreira. "Acabamos de recibir el informe preliminar de un estudio que encargamos hace algún tiempo sobre formas de consumo de droga no convencionales, y una de las sugerencias que realiza es que convendría estudiar la puesta en marcha de narcosalas en los grandes núcleos poblacionales de Galicia, que son A Coruña y Vigo", explicó Pedreira, y especificó: "Lo que se está planteando la Consellería no es habilitar inmuebles para ese fin, sino ubicar módulos transportables en las inmediaciones de los asentamientos donde se concentra la distribución y el consumo de heroína, como, por ejemplo, Penamoa", apuntó.

El subdirector xeral de Saúde Pública e Drogodependencias, que asistió ayer en A Coruña a la inauguración de las XXXV Jornadas Nacionales de Socidrogaalcohol, enumeró las bondades de las narcosalas al recordar que "han salvado muchas vidas" y "evitado contagios de terceras personas a través de jeringuillas". "Este tipo de recintos son muy útiles, tanto para los consumidores de heroína como para el resto de la sociedad. A los toxicómanos les permiten inyectarse sus dosis en condiciones higiénicas y con la garantía de que van a ser asistidos por personal sanitario si se produce una reacción adversa; y a los demás ciudadanos, les evitan más de un susto, ya que las jeringuillas no aparecerán tiradas en los espacios públicos", señaló.

En los últimos años, varias ciudades españolas han habilitado salas para facilitar el consumo controlado de heroína, como Madrid, Barcelona o Bilbao. Otros países europeos, como Alemania, abrieron un docena de narcosalas en 2007, y en toda la UE hay más de setenta recintos de este tipo.