Investigadores del CSIC han descubierto la primera especie de escarabajos capaz de arrastrar, enterrar y consumir bellotas, una acción que, además, facilita la germinación de las semillas de estos frutos al protegerlas frente a predadores como aves y roedores.

Tras enterrar la bellota, los ejemplares de esta especie, la Thorectes lusitanicus, inician su consumo por la parte más alejada del embrión, pero no la comen del todo, por lo que muchas semillas pueden generar nuevas plántulas.

Algunos coleópteros incluso se refugian dentro de los frutos durante todo el invierno.

Aunque en su dieta incluye las bellotas de distintas especies de Quercus, como alcornoques, encinas y robles, esta especie prefiere las de alcornoque, incluso por encima de otros recursos usados típicamente por la especie, como los excrementos de vaca y de conejo, declara Jorge Lobo, el coautor del estudio realizado en la colaboración de la Universidad de Alicante en el Parque Natural de Los Alcornocales (Cádiz).

El equipo investigador cree que la preferencia de esta especie de coleóptero por las bellotas se debe al alto contenido del fruto en ácidos grasos esenciales y está relacionada con su hibernación y producción ovárica.

Los individuos alimentados con bellotas muestran tasas de actividad mayores, óvulos mejor y más desarrollados y una mejor resistencia al frío.

"Aún necesitamos calcular qué porcentaje de las bellotas enterradas por escarabajos son capaces de generar nuevas plántulas", y conocer si la variación en la tasa de enterramiento y germinación depende de la composición vegetal y de la presencia de vertebrados herbívoros, explica Lobo en un comunicado.

El género Thorectes tiene 43 especies de escarabajos, de las que 20 se encuentran en el territorio Íbero-balear, no tienen alas y están adaptadas al consumo de heces de vertebrados y, a lo sumo, algunas se alimentan también de otros elementos en descomposición.