Un niño de 18 meses con epidermolisis bullosa distrófica, una enfermedad que hace que la piel sea tan frágil como las alas de una mariposa, evoluciona favorablemente tras recibir un trasplante de sangre de cordón umbilical (SCU) y de la médula ósea de su hermano.

Es la primera vez que se aplica este proceso para tratar esta patología, causada por una mutación del colágeno tipo VII que deriva en una hipersensibilidad de la piel y en la aparición de dolorosas ampollas de color rojo que se rompen, exudan y forman costras.

El científico John Wagner, pionero en los trasplantes de células madre, ha llevado a cabo esta intervención en un "niño mariposa", apoyado por investigadores de las universidades de Columbia y Minesota.

El pequeño lleva de alta cuatro meses y "está mejorando día a día", informó la directora general científico-técnica del banco de cordón "VidaCord".