Los primeros pobladores del continente americano tienen alrededor de 12.300 años de antigüedad y no once mil años como se sostenía hasta ahora. Lo acaba de demostrar una joven gallega, Nuria Naveran, discípula del prestigioso catedrático Ángel Carracedo. Esta ourensana, licenciada en Biología y con la tesis recien leída, ha formado parte de un equipo de investigación dirigido por un profesor de Copenhague que acaba de echar por tierra la teoría de los Clovis, los que hasta ahora se identificaban como los primeros habitantes de América.

El hallazgo de este trabajo es tan relevante que hoy se publican sus conclusiones en la revista Science, una de las biblias de la ciencia mundial y en la que muy pocos científicos logran ver impresos sus trabajos. "Science", junto a la revista "Nature", recibió en 2007 el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Que el trabajo de un investigador aparezca en "Science" está considerado como un premio a una carrera científica, y la de Nuria Naveran acaba de empezar. El artículo, que cofirma con otros investigadores, es el tercero de su currículum.

Todo empezó cuando Ángel Carracedo, un referente mundial de la genética forense y la genética molecular clínica, envió a su alumna nueve meses a la Universidad de Oxford, allí Nuria tuvo la oportunidad de conocer al profesor Eske Willerslev, quien luego la llamó para que fuese a la Universidad de Copenhague a trabajar con él. Allí en Dinamarca trabajó durante seis meses en el laboratorio con "restos de tierra mezclados con hierba seca" recién traídos de Oregon (Estados Unidos), estos vestigios eran en realidad procolitos, o lo que es lo mismo fósiles de excrementos humanos que habían sufrido un proceso de mineralización.

La misión de Nuria Naveran era "lograr extraer ADN humano" y certificar su edad. No era tarea fácil, pues es sumamente complicado extraer ADN antiguo y más aún de heces, pocas veces se ha hecho, lo más habitual es obtenerlo a través de huesos.

En este caso fue posible porque los restos procedían de una excavación realizada en una cueva de Oregón, donde "el tiempo muy seco y la temperatura estable permitieron la conservación de un ADN tan antiguo". "En otras condiciones medioambientales, el ADN ya estaría deteriorado", explica Naveran, que ahora trabaja en el Instituto de Medicina Legal de Santiago.

La comida de los Preclovis

Nuria se encerró en el laboratorio de Copenhague seis meses, pero la investigación duró casi tres años, e implicó a científicos daneses, norteamericanos, alemanes y suecos. El fruto fue que por primera vez se demostró científicamente que hubo presencia humana en el continente americano anterior a los Clovis", añade. Existía la sospecha, restos arqueológicos ya habían puesto en duda que los Clovis fueran los primeros habitantes de América, pero es ahora cuando se acaba de conseguir la primera evidencia sólida de presencia humana Preclovis.

El trabajo aún no ha terminado. En Copenhague, el profesor Eske Willerslev y su equipo siguen analizando los restos de Oregón para descubrir qué es lo que comían los primeros pobladores del continente americano.