Apenas 72 horas después de la jornada electoral del pasado domingo, las delegaciones negociadoras del BNG y del PSOE iniciaron ayer oficialmente los contactos para tratar de formar un "gobierno estable" en el concello. En esta primera reunión, aunque meramente de tanteo, ya ha quedado claro que "se trata de pactar programas, no repartir áreas de poder".

Tras esta premisa básica, otro de los objetivos primordiales de las negociaciones es la celeridad. Si hace cuatro años, nacionalistas y socialistas no comenzaron su diálogo hasta nueve días después de las elecciones, en este caso las conversaciones se producen en plena "digestión" de los resultados, y con la necesidad de que no se prolonguen más allá de un par de semanas, toda vez que deberá estar cerrado (o al menos muy avanzado) un acuerdo para la toma de posesión, el 16 de junio.

En 2003, los nacionalistas, como lista más votada, no tenían excesiva prisa y el pacto tardó un mes en fraguarse, pero ahora deben contar con apoyos externos para mantener la alcaldía.

Louro faltó

El escenario de la primera cita fue fijado por el PSOE, que eligió su propia sede de la calle Hermanos Nodales para el encuentro. Hasta allí acudió la delegación nacionalista (Miguel Fernández Lores, César Mosquera y Raimundo González Carballo), que fue recibida por el comité socialista: Teresa Casal, José Antonio García Lores (que reemplazó ayer al titular, Antón Louro), Margarita Castejón, elegidos con el "único criterio de que ocupamos los primeros puestos de la lista", según explicó la propia Casal.

Tras los saludos iniciales, y una pequeña visita por las nuevas instalaciones del PSOE local, comenzaron unas conversaciones que se celebran en el más estricto secreto, por expreso deseo de los socialistas, y así seguirán hasta que se alcance algún acuerdo concreto (o se rompan las conversaciones en su caso) según convinieron ambas partes ayer mismo. BNG y PSOE se comprometieron a guardar silencio hasta "que haya algo que anunciar", según la versión de los socialistas. Por el momento, lo único que parece claro es que Teresa Casal no va a discutir la reelección de Lores como alcalde. A partir de ahí, "todo es negociable".

Si el pasado martes, el alcalde en funciones ya admitía que "no se establece ninguna condición previa" y el BNG no exigirá, de entrada, quedarse con ninguna área concreta, el PSOE se ratificaba ayer, horas antes de la reunión, en que "lo importante, de momento, es contrastar programas y formar un gobierno estable, lo más fuerte posible y que cumpla el mayor número de nuestras propuestas".

Un organigrama general

Así lo apuntaba Casal García, quien insistía en que "no se trata de repartir áreas de poder, sino de establecer un organigrama general". El PSOE pretende huir de la fórmula elegida hace cuatro años, cuando cada partido asumió unos determinados departamentos que funcionaban como "compartimentos estanco" en los que no intervenía el otro socio.

Lo que ambos tienen claro, al menos a juzgar por sus declaraciones previas, es que la negociación iniciada ayer "se dirige desde Pontevedra", sin admitir injerencias externas ni influir los posibles acuerdos que puedan alcanzar las direcciones gallegas de socialistas y nacionalistas.

Tras más de dos horas de reunión, que se ha calificado de "muy tranquila y cordial", los dos equipos negociadores quedaron emplazados para mañana viernes, esta vez en la sede del BNG.

El socialista Antón Louro compatibilizará los cargos de concejal y diputado en el Congreso

Antón Louro Goyanes, número dos de la candidatura de Teresa Casal, fue el gran ausente en la reunión negociadora de ayer. El PSOE justificó su falta en un viaje a Madrid para asistir a una reunión en el Congreso, donde es diputado desde el año 2004.

Según el PSOE local, Louro no abandonará su escaño en la Cámara baja, que compatibilizará con su labor como concejal en Pontevedra. Hacía varios años que ningún edil pontevedrés ocupaba otro cargo electo, en el Congreso o en el Parlamento gallego.

Louro, que ya había sido concejal en Pontevedra entre 1995 y 1999, regresaba esta vez a la arena local con el objetivo de presidir la Diputación, en el caso de un cambio de gobierno que finalmente no se produjo. En círculos socialistas próximos a Teresa Casal se evita confirmar o negar la posibilidad de que, al no alcanzarse ese objetivo, Louro abandone el concello.

Lo que sí negó casal ayer de forma expresa es que la presencia de Louro en la comisión negociadora (aunque ayer no asistió a la primera reunión) signifique algún tipo de "instrucción" desde la cúpula socialista, toda vez que el diputado es miembro de la comisión ejecutiva del PSdeG en Santiago y del comité federal del PSOE en Madrid. "Él es un concejal más", aseguró ayer la cabeza de lista.