La ciudadanía ha vuelto a salir a la calle, como ya viene siendo habitual, para exigir al gobierno el mantenimiento de unas pensiones públicas "dignas". Lo hizo convocada por el Movemento en Defensa das Pensións, Modepen, que celebró concentraciones en diferentes ciudades gallegas.

"Queremos vivir con dignidad, estamos hartos de que nos roben", se dirigieron los participantes a los políticos del Gobierno central.

"Nos arrinconan cada vez más hacia la miseria", recordaron, a la vez que animaron a la gente más joven, "la que más se va a ver perjudicada" con el paso de los años, a que tomen parte en este tipo de protestas en la calle. "Los chavales que pasan por aquí de largo y no se paran a escuchar, van a cobrar la cuarta parte de lo que se cobra ahora", advirtieron.

Las reivindicaciones de los pensionistas se centran en que se restablezca la jubilación ordinaria a los 65 años y que la anticipada se pueda realizar sin penalización con 40 o más años cotizados, es decir, que sea del cien por cien.

Además, piden la recuperación del subsidio para mayores de 52 años y la integración de los regímenes especiales en todos los campos.

1.080 euros mínimos

Respecto a las condiciones económicas, recuerdan que la Carta Social Europea establece la pensión mínima en los 1.080 euros, muy lejos de la que contempla actualmente el sistema español.

En cuanto a la revalorización de las pensiones, insisten en que debe hacerse en cuanto al IPC real y en la recuperación económica de lo perdido desde el año 2011.

"Nos quedamos con una escenificación de un burdo engaño con promesas vacías, pues la subida del 3 por ciento para pensiones mínimas no quita la miseria más absoluta a las personas afectadas. Todas las subidas por debajo del IPC siguen sumando pérdida de poder adquisitivo desde el 2011, el 90 por ciento de las viudas no van a ver mejoradas sus pensiones y la famosa exención del IRPF no es real", leyeron los organizadores ayer en su manifiesto, que hizo referencia al tratamiento de estas cuestiones en el Congreso de los Diputados.

"No nos representan, por lo que vamos a seguir luchando fuera de sus escenarios", advirtieron.