Los técnicos de Adif son conscientes de que el proyecto levanta suspicacias entre los vecinos pero insisten en que es el de menor impacto posible. Tampoco convence al Concello de Vilaboa, que ya anunció el jueves que presentará alegaciones a la petición de Red Eléctrica para retomar el proyecto.

Tanto Adif como en el Concello explican que también se está pendiente de lo que pueda sentenciar el Tribunal Supremo que debe resolver un recurso de casación interpuesto contra una sentencia de la Audiencia Nacional que, tal y como destacan los técnicos de Adif, fue resuelto de manera favorable a los intereses del administrador ferroviario. También habrá que esperar a la reacción de la plataforma vecinal que se opuso con fuertes movilizaciones a este proyecto.

La construcción de la subestación es la única posibilidad de dotar el Eje Atlántico de las prestaciones de una línea de Alta Velocidad, sobre todo en cuanto a la posibilidad de aumentar las frecuencias de trenes, según el Adif. La situación actual permite un máximo de cuatro trenes por sentido, forma simultánea, en el tramo entre Santiago y Vigo.

Desde el Adif consideran que "esta situación está lejos de ser óptima para la explotación de la línea", según los análisis de los técnicos de Adif, que consideran que ante cualquier incidencia en la estación de Osebe (ubicada en el entorno de Santigao y la más próxima ahora mismo a la provincia de Pontevedra) no habría abastecimiento eléctrico para la zona sur del Eje Atlántico y ahora mismo provocaría que el servicio se redujese en este tramo de la vía entre Compostela y la ciudad olívica a un único tren por sentido de forma simultánea sobre la vía.

La construcción de la subestación dotaría a este tramo en el sur del Eje Atlántico de unas prestaciones que permitirían poner en marcha trenes cada cinco minutos si fuera necesario, y en caso de avería incluso se podría mantener una frecuencia de uno cada 15 minutos.

En todo caso, la subestación pretende garantizar cuando menos estos cuatro trayectos simultáneos actuales por sentido, sabiendo que la demanda de energía se va a disparar con la Alta Velocidad. Aunque es cierto que con esta infraestructura se podrían aumentar frecuencias, dependerá del operador analizar si hay demanda para ese trayecto en concreto. Cabe recordar que para 2020 está prevista la liberalización del sector y que ya hay operadores que plantean líneas entre A Coruña y Oporto en 2 horas y 46 minutos. Sin subestación esto podría hacerse solo sino se sobrepasa la capacidad máxima actual de la línea de estos 4 trenes por sentido.