"Hace tres años que los concellos de la provincia tuvieron la suerte de que cambiara el gobierno de la Diputación", afirmó la presidenta provincial, Carmela Silva, al hacer balance de lo que va de mandato. Un gobierno provincial que definió como "fuerte, unido, con un proyecto claro" y "con un programa" que, como apuntó el vicepresidente César Mosquera, "hasta ahora nunca había tenido el gobierno de la Diputación". Un programa a cuatro años "que ha sido nuestra biblia", aseguró.
César Mosquera recordó cómo en el verano de 2015 los grupos provinciales socialista y nacionalista diseñaron un plan de gobierno a cuatro años "muy ambicioso pero realista", del que "lo único que no se cumplió fue lo que ya sabíamos que iba a ser muy difícil de cumplir: las transferencias de la Xunta", ante los impedimentos puestos por el gobierno autonómico para negociarlas, explicó. "Lo demás se cumplió todo exquisitamente", aseguró Mosquera.
A modo de resumen, Carmela Silva recordó que el presupuesto destinado a los municipios de la provincia se incrementó en más de un 40 por ciento en este período, con más de 200 millones de euros invertidos en obras y en la creación de empleo.
"Los concellos han recibido muchos más recursos que nunca en la historia de la Diputación", aseveró Carmela Silva, en una distribución del presupuesto "con más equidad" y con "más respeto y más derechos" para los ayuntamientos. "Ahora son los concellos los que presentan sus prioridades y todos saben lo que van a recibir con anterioridad", explicó la presidenta, confrontando esta situación con las etapas anteriores.
El gobierno creado con el acuerdo del verano de 2015 se ha basado -añadió la presidenta- en la apuesta por el empleo, la movilidad, el compromiso con el medio ambiente, las nuevas tecnologías y la administración electrónica, la defensa del patrimonio cultural, las políticas sociales y un plan estratégico para el turismo y el deporte, entre las líneas básicas de actuación de este gobierno, resumió.
César Mosquera lamentó, por otra parte, la oposición realizada por el Partido Popular en estos tres años "que no aportó nada, fue algo inaudito, una desgracia". El vicepresidente explicó que ha sido más fácil llegar a entendimiento y a acuerdos con cualquier alcalde del Partido Popular en la provincia que con sus representantes en la Diputación.