Afortunadamente todo se quedó en un susto. Aunque el presidente de la Fundación Amigos do Camiño Portugués, Celestino Lores, no se cansaba ayer de insistir en que las autoridades deben tomar este suceso como un "aviso" para evitar que años de promoción y auge de la Ruta Jacobea a Santiago se frustren por culpa de una tragedia. Una peregrina que realizaba el Camino Portugués a Santiago fue atropellada en el "punto negro" de San Caetano, en la parroquia de Alba, en Pontevedra.

Por suerte, el golpe del vehículo apenas le provocó una magulladura en la pierna pero aún así hicieron acto de presencia en el lugar efectivos de la Guardia Civil de Tráfico y los servicios del 061. Tras una asistencia en el mismo lugar de los hechos, la peregrina incluso pudo seguir su ruta a Santiago sin mayor problema.

Celestino Lores insiste en que este atropello no se debe ver como un incidente menor. Insiste en que es síntoma de una situación bastante más grave y de la que él viene alertando desde hace años: Los problemas de seguridad vial y la peligrosidad a la que se exponen muchos de los peregrinos que realizan la ruta jacobea a Santiago.

Cinco puntos conflictivos

En el tramo del Camino Portugués que discurre por la provincia de Pontevedra, la Fundación detectó al menos cincos puntos conflictivos en Cesantes, Arcade, a la entrada de Tomeza, en Carracedo (Caldas) y este de San Caetano. Hay otras zonas problemáticas, pero estas serían en las que el peregrino se encuentra más desprotegido y se expone a mayor peligro. Y de todas ellas, el peor es el tramo que discurre por San Caetano. La carretera autonómica PO-225 no tiene arcén lo que obliga a los romeros a caminar muy pegados a los coches.

El peligro es mayor a la hora de cruzar el puente del río Rons, sin casi espacio para que cruce un peatón y un coche al mismo tiempo. Y luego está el cruce de la carretera en San Caetano, donde está la avícola, lugar en el que se produjo el accidente de ayer.

Celestino Lores cree que hasta ahora la prudencia de los conductores y de los propios peregrinos ha evitado desgracias mayores, pero explica que tarde o temprano incluso aquellos automovilistas más previsores pueden tener un despiste por lo que insta a las autoridades a corregir cuanto antes esta situación.

Todo esto, en pleno auge de una ruta jacobea a Santiago que sigue creciendo en visitantes. Si el año pasado fueron 70.000 los peregrinos que pasaron por Pontevedra, la cifra sigue creciendo y se prevén 80.000 personas. Eso si antes algún trágico accidente no los ahuyenta.