Los vecinos de Vilaboa han empezado a crucificarse de forma simbólica a lo largo de la carretera N-554, en protesta por los derribos de viviendas previstos por la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU).

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Lo hacen después de que esta mañana el primero de los 40 afectados por esta situación, Enrique López Patricio, haya recibido la orden de demolición de su vivienda. Dos agentes de la Policía Autonómica se la han entregado en mano esta mañana.

Los vecinos mantienen un campamento de vigilancia ante la vivienda de Enrique López Patricio, en el que la pasada noche pernoctaron una decena de personas. Esta tarde realizarán una nueva marcha de protesta, por el arcén de la carretera de Riomaior, desde las 20.00 horas.

La plataforma Salvemos Vilaboa denuncia que la Xunta ha impuesto un plazo de 15 días para hacer efectivo el derribo. Un plazo que no ha marcado antes en ninguna ejecución de derribo por sentencia judicial, como en los rellenos del Puerto de Marín, como ejemplo.