Los diez composteros urbanos cuentan con una media de usuarios de 220 personas cada uno de ellos, según los cálculos municipales, que cifran en 2.200 el número total de pontevedreses que utiliza este sistema de tratamiento de los residuos orgánicos en los centros de Monte Porreiro (tres), el campus (dos), Eduardo Pondal (dos), Camiño de Ferro, Ponte Boleira y San Brais (Salcedo). En la relación no se incluyen los de Príncipe Felipe ni en la Brilat.

Con unas 75 toneladas de biorresiduos tratados en total desde que comenzó a aplicarse este modelo, en julio de 2016 en las calles Alemania, Italia y plaza de Europa de Monte Porreiro, los centros más productivos son los habilitados más tarde, ya que el primero de Eduardo Pondal, en funcionamiento desde el 7 de marzo, recibió más de 175 kilos de materia orgánica al día hasta su cierre, por plena ocupación. El de Ponte Boleira suma unos 135 kilos diarios.

En cambio, en San Brais y Camiño de Ferro se constata una afluencia menor, entre los 40 y los 60 kilos diarios, pero donde más bajo movimiento se observa, a juzgar por los datos recogidos por los maestros composteros que atienen estos centros, es en Monte Porreiro. En este barrio se trató de extender el modelo a todo el ámbito, pero se produjo una notable división vecinal, entre partidarios y detractores, que frenó el proyecto. Tampoco ha salido adelante en Campolongo.

Más bajo en Monte Porreiro

En Monte Porreiro la aportación de biorresiduos fluctúa entre los 17 y los 29 kilos al día, muy lejos de lo que ocurre en Eduardo Pondal, donde también hubo algunas protestas por las ubicaciones elegidas. Los composteros de Italia, Alemania y Europa apenas suman 40 toneladas recogidas en total en sus casi dos años de funcionamiento.

Caso aparte es el del campus, con centros ante Ciencias Sociais y Forestais y que se nutren con los restos de sus cafeterías y poco más. En el primer caso se contabiliza una media de 28 kilos diarios, que baja a nueve en Forestais.

Pese a estos datos tan fluctuantes, la concejala de Servizos, Carmen da Silva, destaca que son más de 2.200 los pontevedreses "con un grado de concienciación ambiental e implicación importante ya que no se detectó en los composteros residuos impropios". A su juicio, "la respuesta de los vecinos desborda las previsiones", si bien a corto plazo no está previsto colocar más, ya que se carece de personal suficiente para atender nuevas instalaciones.

Aunque la edil asegura que "hay peticiones" de nuevos composteros comunitarios en distintos puntos de la ciudad la falta de personal frena este despliegue. También está pendiente el reparto de los 8.000 composteros individuales que se quieren entregar en todas las viviendas que dispongan de una huerta para su ubicación. Será sobre todo en el rural, pero también hay un significativo porcentaje en el casco urbano. Al respecto, el Concello tiene en marcha un proceso para la contratación de personal, aún sin completar